El Papa se moviliza por Alfie Evans un día antes de que se le retire el soporte vital

Este miércoles por la noche, el Papa Francisco publicó un mensaje en Twitter en el que pedía acompañar con compasión al niño inglés Alfie Evans a quien los médicos quieren desconectar el soporte vital a pesar de la oposición de sus padres.

«Espero de corazón que se haga todo lo necesario para poder seguir acompañando compasivamente al pequeño Alfie Evans, y que el profundo sufrimiento de sus padres sea escuchado. Estoy rezando por Alfie, por su familia y por todos los que están involucrados», escribió el Pontífice.

El pequeño, de 23 meses de edad, se encuentra en estado de coma internado en un hospital de Liverpool y los médicos le quieren desconectar del ventilador que lo tiene con vida. Alfie tiene una enfermedad desconocida que los médicos juzgan como incurable y degenerativa y se han dirigido a la Alta Corte inglesa pidiendo desconectar el soporte vital.

A pesar de la oposición de los padres de Alfie, —Thomas y Katie—, que han iniciado una batalla legal hasta el momento infructuosa para que no se desconecte a su hijo, los jueces han dado la autorización considerando que se trata de un tratamiento «inclemente, injusto e inhumano». También la Corte Europea de los Derechos Humanos de Estrasburgo ha declarado inadmisible su petición.

Sin embargo, a pesar de las lesiones cerebrales, el niño responde a algunos estímulos y tiene una actividad cardiaca estable. Por este motivo, piden el traslado de su hijo a otro centro hospitalario que esté dispuesto a probar terapias experimentales. Los médicos también se han mostrado en contra de esta petición y han fijado la desconexión de Alfie Evans —tras la que se producirá su muerte— para este viernes en el hospital Alder Hay de Liverpool.

Otros niños ingleses en la misma situación

El caso de Alfie recuerda al de otros dos niños ingleses, Charlie Gard e Isaiah Haastrup, a quienes se les dejó morir el 28 de julio de 2017 y el 7 de marzo de 2018 respectivamente después de desconectarlos del soporte vital que les mantenía con vida.

La misma suerte que Charlie e Isaiah iba a correr Dylan Askin, al que iban a quitar el soporte vital después de estar dos años en coma. Los médicos estaban convencidos de que no iba a poder sobrevivir a la larga lucha que mantenía contra la enfermedad. De esta forma, el viernes santo de 2016 le bautizaron en el hospital y, al día, siguiente, cuando comenzaron a retirarle la medicación y la sedación, el niño comenzó a moverse. Hoy es un niño perfectamente sano.