Negra sombra - Alfa y Omega

Negra sombra

Isidro Catela
Un momento de la serie 'Fariña'
Un momento de la serie Fariña. Foto: Antena 3.

La negra sombra que escribió Rosalía es alargada como el ciprés de Delibes. Alargada y blanca: Fariña. Habrá quien piense que todos los demonios del narcotráfico quedaron encerrados en los años 80 y que esta moda por la temática que ahora vuelve no es sino una catarsis colectiva de aquellos no tan maravillosos años. Ojalá fuera solo eso. Narcos o Fariña triunfan porque no nos hablan solo de los precipicios que bordeamos hace tiempo, sino de la permanente exigencia de educar el carácter para ascender hacia la virtud y no resbalar hacia el vicio.

A Antena 3 le han dado buena parte del trabajo hecho. El lanzamiento de la serie Fariña ha sido espectacular porque el secuestro del libro homónimo se lo puso en bandeja. Hay que reconocer, no obstante, que la serie es buena y que hubiera podido sostenerse sola, sin la improvisada campaña de marketing que ha disfrutado. Por si hay alguien despistado, Fariña es una serie sobre el narcotráfico gallego, que nos cuenta las historias, entre otros, de los Miñanco, los Charlín o los Oubiña, vidas siempre al límite que nos sirven para conocer el mapa del contrabando y los clanes que recorren el paraíso asolado de las rías Baixas durante los años 80 del siglo pasado.

La factura técnica es espectacular, la ambientación maravillosa y el plantel de actores, sobresaliente, con el único pero del acento gallego que, en ocasiones y en algunos, resulta un tanto forzado. Es cierto que ha ido de más a menos, pero es que mantener el listón del primer episodio era muy complicado. Dirigida por Carlos Sedes, la serie nos llega de la mano de Bambú Producciones, y cuenta con Javier Rey, en el papel protagonista, que encarna, con un parecido razonable, a un gran Sito Miñanco. Están previstos, en esta primera temporada, diez episodios, enmarcados justo en un década, de 1981 a 1990. Es dura, pero véanla, los miércoles por la noche en Antena 3. Y aprovechen para hablar de ella con los adolescentes. Tal vez no sepan que la historia se repite. Que hay un hilo invisible y una sombra negra y alargada que unen a quienes les ofrecen sustancias en las puertas de los coles y los Miñancos del siglo XXI.