Gentes: Susanna Tamaro, escritora (en Mujer Hoy) - Alfa y Omega

Que la educación sexual sea algo obligatorio (impuesta incluso desde la guardería por la OMS) es algo que me deja perpleja a más no poder. Me pregunto qué habría sido de mí y de mi intimidad si, desde la guardería (como sugiere el folleto de la OMS para niños de 0 a 4 años), hubiera tenido que aguantar unas pequeñas lecciones sobre la masturbación infantil precoz, o el derecho de explorar la desnudez y el cuerpo, de ser curioso. ¿Qué mundo es este que necesita enseñarles a los niños pequeños imágenes de los órganos genitales, aclarándoles que, si buscáis el placer, debéis tocaros aquí o allá? ¿Por qué ejercer esta indecible violencia sobre la sensibilidad, el pudor y la creatividad infantiles? ¿Qué noción del ser humano se esconde tras este proyecto de sexualización reglada que se quiere imponer en las escuelas?