Al padre Joseph Angbabata, de Centroáfrica, lo «mataron fríamente» los milicianos de la UPC - Alfa y Omega

Al padre Joseph Angbabata, de Centroáfrica, lo «mataron fríamente» los milicianos de la UPC

Los supervivientes del ataque, desde el hospital, acusan a los miembros de la Unidad para la Paz en Centroáfrica de la muerte del sacerdote. El asesinato ha sido condenado por el cardenal arzobispo de Bangui y por el presidente de la comunidad islámica de Centroáfrica

José Calderero de Aldecoa
El padre Joseph Angbabata. Foto: Diócesis de Bambari

«Mataron fríamente al padre Joseph Désiré Angbabata, párroco de la iglesia de Sékop, y a una docena de cristianos». Así lo aseguran desde el hospital quienes lograron sobrevivir al ataque perpetrado por miembros de la UPC (Unidad para la Paz en Centroáfrica) el pasado jueves 22 de marzo en Sékop y otras aldeas de la diócesis de Bambari (República Centroafricana).

Las hostilidades se desencadenaron con el asesinato de un miliciano anti-Balaka —otra de las guerrillas del país— en el pueblo de Gotilé, a 35 kilómetros al norte de Bambari. En represalia, los anti-Balaka atacaron a los miembros de la UPC en la aldea de Tagbara y mataron a quince de sus miembros. Los milicianos de la Unidad para la Paz en Centroáfrica, a su vez, atacaron varias aldeas en la zona, haciendo que sus habitantes tuvieran que huir al bosque.

En el asalto, muchas casas han sido saqueadas e incendiadas y varias decenas de personas han sido asesinadas. Además del sacerdote, también ha muerto el director de la escuela de Goubali, Passi Kouzounéyé, y su esposa. Esto ha provocado el cierre de las escuelas en todos los pueblos afectados por los combates.

El cardenal arzobispo de Bangui ha condenado el asesinato del padre Joseph Désiré Angbabata junto al presidente de la comunidad islámica de Centroáfrica, el imán Omar Kobine Layama. «Condenamos con fuerza estos actos. Los hombres de Dios tienen la tarea de anunciar el camino de la paz y de la reconciliación», ha dicho el cardenal Dieudonné Nzapalainga.

Conflicto económico y político y no religioso

Según denuncia la Plataforma Religiosa por la Paz en República Centroafricana, formada por el cardenal Nzapalainga, el presidente de la comunidad islámica de Centroáfrica y el pastor Nicolás Nguerekoyame, presidente de la alianza Evangélica de Centroáfrica, el conflicto no es una guerra entre religiones, como quieren hacer creer los grupos armados que operan en la región. Esto es solo un pretexto para hacerse con el control de las minas de oro y de diamantes existentes en la zona. Asimismo, la zona de Bambari también es estratégica por su posición, situada en la zona centro del país.