Una Pascua anticipada - Alfa y Omega

Una Pascua anticipada

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
Velas en memoria de los no nacidos en el santuario de Cubas de la Sagra. Foto: Delegación de Familia de la diócesis de Getafe

Este sábado 24 de marzo, el santuario de Santa María de la Cruz, en Cubas de la Sagra, se llenará de velas, cada una en memoria de un niño no nacido en España durante este último año, y aun así faltarán todavía decenas de miles por encender. «Cada vela que encenderemos representa a un niño víctima de un aborto», explica Álvaro Ojeda, responsable de la Delegación de Familia y Vida de Getafe, organizadora junto al Centro de Orientación Familiar diocesano de la peregrinación provida que tiene lugar este sábado al santuario getafense.

Esta iniciativa surge de «la necesidad de responder desde la oración al drama de los niños no nacidos en España; un drama por ellos y un drama también para sus madres, porque al final un aborto, ya sea natural o provocado, siempre trae consigo un sufrimiento para ellas», afirma Álvaro.

Uno de los momentos más emotivos de la peregrinación tiene lugar cuando, a invitación del obispo, quien lo desee podrá escribir un nombre de niño o niña en un papel y dejarlo a los pies del altar. «Es una forma de depositar a ese niño en las manos de Dios. Así se les entrega de una manera litúrgica, tal como se hace en los procesos de sanación de mujeres que han pasado por el drama de un aborto. Y durante todo el año las clarisas de Cubas de la Sagra rezan de manera especial por esos niños, por sus madres y por sus familias», afirma el delegado de Familia y Vida de Getafe.

La peregrinación partirá a las 11 horas desde la casa de las Misioneras Cruzadas de la Iglesia, en Cubas de la Sagra y discurrirá hasta el santuario de Santa María de la Cruz. Durante la marcha se rezará y se meditará el Rosario, y habrá disponibilidad de sacerdotes para confesarse. A las 12:15 horas, el nuevo obispo de Getafe, monseñor Ginés García Beltrán, presidirá la Eucaristía, en una ceremonia «inspirada en la vigilia pascual y que quiere ser una llamada a la esperanza y a la alegría, a la están invitadas todas las personas sensibles al drama del aborto y a la manipulación con embriones, y de la que esperamos que muchas familias se comprometan con la vida», dice Álvaro Ojeda. Además, «cualquier persona afectada por un aborto, en su familia o en ámbitos de amistades suyas, puede participar en la peregrinación con total discreción y encontrar allí personas que la puedan orientar», concluye.