Granada: dos cuadros para entender la Pasión - Alfa y Omega

Granada: dos cuadros para entender la Pasión

La parroquia de Santa María de la Encarnación, ubicada en el recinto monumental de la Alhambra, en Granada, ha acogido los cuadros Cristo de la Paz y Paz y Guerra, de Benito Prieto Coussent, gracias a la cesión gratuita por parte de la familia propietaria

Archidiócesis de Granada

Los cuadros Cristo de la paz y Paz y guerra –o llamado ¿Quién me librará de este cuerpo de la muerte?–, podrán ser admirados a partir de ahora por todos los granadinos y visitantes del templo. El Cristo, de Benito Prieto Coussent, está considerado como una de las obras de Arte Sacro más importantes del siglo XX. Las dos obras fueron expuestas hace más cincuenta años en la ciudad de Granada y hoy vuelven a ser mostradas para los visitantes al templo ubicado en el recinto monumental de la Alhambra, gracias a la cesión gratuita en virtud de un convenio con el propietario particular.

El Cristo de la paz, expuesto en una de las capillas del templo y junto a él uno de los bocetos que el artista utilizó para pintar el Crucificado, es conocido también como Cristo de Kennedy porque en la parte inferior del cuadro, bajo los pies de Cristo, aparece la imagen del presidente de Estados Unidos, lo que supone el particular homenaje del pintor al presidente católico asesinado, como figura clave de la sociedad internacional en su momento y de trascendental importancia en el orden político. Este cuadro es el cuarto Cristo del artista, que fue destruido por el propio autor y, posteriormente, recompuesto y restaurado.

La escena representa a Cristo crucificado, cuya cabeza está rapada recordando a los presos de los campos de concentración y coronada con unos enormes ramajes de espinos. La figura entera se encuentra inclinada hacia delante y con las piernas cruzadas y atadas, y el brazo derecho está descoyuntado por el peso del cuerpo que cae hacia la izquierda.

Hombre fragmentado y roto

Paz y guerra, obra de grandes dimensiones, que está expuesta en la sacristía de la iglesia, es una representación desgarradora, en clave surrealista, de una inquietante visión apocalíptica del mundo actual. Puede interpretarse como un gran mosaico donde se patentiza la fragilidad del ser humano ante el drama de la propia humanidad, la guerra, la destrucción y la muerte.

El cuadro se llama también ¿Quien me librará de este cuerpo de muerte?, tomado literalmente de la cartela grafiada que se presenta sobre la cabeza de la figura central del cuadro. Ese hombre, anónimo, es la Humanidad y aparece representado fragmentado y roto. La cabeza rapada, separada del cuerpo, levanta la mirada en angustioso gesto de súplica. En el centro del hombre y del cuadro aparece un marco, también destruido, que encierra la visión apocalíptica de la Tierra en el momento mismo de su destrucción. No obstante, el cuadro se concibe como un canto de esperanza frente a la Humanidad cargada de odio y sangre, de ahí la leyenda Pacem in terris, que alude a la encíclica de san Juan XXIII, cuya efigie también aparece. El cuadro refleja la paz anhelada y ésta aparece representada por una nívea paloma y unas espigas de trigo y amapolas.

Benito Prieto, natural de Ribadeo (Lugo), vivió durante muchos años en Padul, localidad muy cerca de Granada donde realiza la parte más significativa y emblemática de su obra, como sus versiones de Cristo en la Cruz. Prieto Coussent es un artista obsesionado con desarrollar una visión nueva y original de un Cristo crucificado, frente a la idealización de la figura humana de Cristo en la historia del arte. El artista fue incomprendido por sus representaciones del Cristo crucificado y, preocupado por representar de forma fiel la crucifixión, se documentó sobre la Pasión de Cristo para conocer cómo sucedió en realidad.