Dobri Dobrev, mendigo y uno de los donantes más generoso de la Iglesia ortodoxa búlgara - Alfa y Omega

Dobri Dobrev, mendigo y uno de los donantes más generoso de la Iglesia ortodoxa búlgara

El mendigo, que murió hace diez días a los 103 años, se dedicó durante décadas a pedir limosna y entregar posteriormente el dinero para la Iglesia y los pobres

Redacción
El mendigo Dobri Dobrev. Foto: AFP Photo

Dobri Dobrev murió hace diez días en Bulgaria a los 103 años. Pero su muerte no es solo la de un mendigo sino la de uno de los donantes más generosos de la Iglesia ortodoxa de Bulgaria. Dobrev se dedicó durante décadas a pedir limosna, dinero que posteriormente entregaba para la restauración de iglesias y para los pobres.

Según la agencia AFP, Dobrev solía merodear en los alrededores de la catedral de Sofía, Alexandre Nevski, a la cual donó más de 25.000 dólares. Varios templos del país también han confirmado haber recibido sumas que iban desde los 3.000 a los 12.000 dólares cada una. De este modo, se piensa que a lo largo de su vida el mendigo habría donado cerca de 5 millones de dólares.

El donante caminaba a diario 20 kilómetros desde Baylovo, su pueblo natal, hasta Sofía con el fin de recaudar dinero. Posteriormente, entregaba lo conseguido para la Iglesia y para los pobres. Por este gesto, en 2013 recibió el premio como personalidad del año en su país de la agencia de noticias Sofia News Agency. Que afirmó al premiarlo: «Todavía hay espacio para la caridad y las buenas obras».

El padre de Dobri Dobrev, explica AFP, murió en la Primera Guerra Mundial y él fue criado por su madre. Su vida transcurrió durante décadas en la más absoluta normalidad hasta que decidió convertirse en mendigo por motivación religiosa.

El mendigo, que disponía de una pensión mensual de 95 dólares, se convirtió en toda una institución en Bulgaria gracias a los medios de comunicación y a las redes sociales. Incluso alguien le había retratado en un enorme grafiti ubicado en la pared de un edificio de Sofía.

Dobri Dobrev vivía en una habitación de la iglesia de los santos Cirilo y Metodio, en su pueblo natal de Baylovo. Al morir, estaba en el monasterio de Kremikovtsi, y varios fieles se han unido para pedir su canonización.