El Camino elige a la nueva colaboradora de Kiko Argüello - Alfa y Omega

El Camino elige a la nueva colaboradora de Kiko Argüello

El equipo internacional del Camino Neocatecumenal se ha completado con la incorporación de la española María Ascensión Romero tras el fallecimiento en 2016 de la coiniciadora del Camino, Carmen Hernández

Redacción
María Ascensión Romero, junto a Kiko Argüello y el padre Mario Pezzi. Foto: Camino Neocatecumenal

El Camino Neocatecumenal ha comunicado a la Santa Sede la incorporación de María Ascensión Romero al equipo responsable a nivel internacional de esta iniciación cristiana de adultos, según disponen los estatutos del movimiento. De este modo pasa a formar parte del equipo compuesto por el iniciador del Camino Kiko Argüello y el presbítero Mario Pezzi.

Tras la muerte de la coiniciadora del Camino, Carmen Hernández, Kiko Argüello y el padre Mario Pezzi solicitaron su colaboración. «Carmen es insustituible, una mujer llena de fe, de sabiduría y de amor a Cristo, valiente, libre, inteligentísima y sobre todo una santa, que ha sido fiel hasta el final al carisma recibido del cielo», ha asegurado María Ascensión Romero en un comunicado oficial del Camino Neocatecumenal.

«Aunque no voy a sustituir a Carmen, esta elección me ha dejado completamente perpleja, pues siento que soy una persona débil y pobre para una misión tan grande como es ayudar a Kiko y al padre Mario».Además, señala que «siempre que he obedecido a Kiko, a Carmen al Padre Mario he visto en la historia que estaba haciendo la voluntad de Dios, y por eso acepto esta elección, considerándome indigna, pero esperando que Dios me ayude. Pido a la Santa Virgen María, que ha inspirado este Camino, me sostenga».

María Ascensión Romero, durante 25 años misionera del Camino en la ex Unión Soviética, nació el 27 de mayo de 1960 en la Tudela, Navarra (España). Es la tercera de cuatro hermanos y estudió en el colegio de la Compañía de María, el mismo en el que se formó Carmen Hernández. Más adelante se trasladó a Soria para estudiar Magisterio. Fue en el último año de universidad, a los 19 años, cuando conoció el Camino Neocatecumenal. Al concluir la universidad regresó a Tudela y se incorporó a la primera comunidad neocatecumenal en la parroquia de San Jorge. En 1983 aprobó las oposiciones de Magisterio en Madrid y se trasladó allí para trabajar como maestra en varios colegios de la capital durante nueve años. Es allí donde se incorpora al Camino en una comunidad en la parroquia de Santa Catalina de Siena. En 2002, junto al resto de la comunidad, concluyó el itinerario neocatecumenal y renovó solemnemente las promesas bautismales durante la Vigilia Pascual en la catedral de la Almudena, presidida por el entonces arzobispo de Madrid, el cardenal Rouco Varela. En 1987 comenzó a asistir a las convivencias de itinerantes y en una de ellas siente la llamada a la evangelización, llamada que fue confirmada en agosto de 1989 al término de la Jornada Mundial de la Juventud en Santiago de Compostela con Juan Pablo II. Confirma esta llamada de Dios en el encuentro vocacional con Kiko Argüello, Carmen Hernández y el padre Mario Pezzi ante la Virgen del Pilar de Zaragoza.En 1991 siente de nuevo la llamada en el encuentro vocacional en Varsovia tras la JMJ de Czestochowa (Polonia), y es precisamente allí donde al ver a jóvenes rusos cantando el canto Resucitó pensó en la alegría de anunciar el Evangelio en una tierra que durante tanto tiempo vivió bajo el comunismo; así, un año después, María Ascensión fue enviada como itinerante a la ex Unión Soviética, donde ha permanecido 25 años.

En la convivencia de itinerantes de junio de 1992 fue destinada a Gómel (Bielorrusia), la misión católica más cercana a Chernóbil. En 1996, junto a otras hermanas itinerantes, fue trasladada a Aktyunbinsk, en Kazakstán. Y en 2005 fue enviada a San Petersburgo (Rusia), donde ha trabajado en la misión junto a otra itinerante y varias familias de Italia y de España.

En el capítulo VI de los Estatutos del Camino, bajo el epígrafe El equipo responsable internacional del Camino, se establece la manera de proceder ante el fallecimiento de uno de sus miembros. El artículo 34 indica que «tras el fallecimiento de uno de los dos iniciadores, el otro queda como responsable del Equipo internacional y, oído el parecer del presbítero, procederá a completar el Equipo internacional. En caso de fallecimiento o renuncia del presbítero, los iniciadores eligen otro presbítero y lo presentan al Pontificio Consejo para los Laicos para su confirmación».