Tolerancia cero, y apoyo «sin fisuras» a las víctimas - Alfa y Omega

Tolerancia cero, y apoyo «sin fisuras» a las víctimas

Ricardo Benjumea

El obispo de Alcalá de Henares, monseñor Juan Antonio Reig Pla, ha anunciado la creación de un Servicio de Asistencia Pastoral a las posibles víctimas de abusos sexuales, sus familias y comunidades. El nuevo organismo, vinculado al Centro de Orientación Familiar (COF) diocesano Regina familiae, responde a la petición del Papa a las diócesis de «establecer programas de atención pastoral» para la tutela de menores y adultos vulnerables.

En una Carta pastoral que lleva por título En defensa de la vida: sobre los abusos sexuales a menores y adultos vulnerables, monseñor Reig Pla anuncia también la puesta en marcha de una página web (www.obispadoalcala.org/abusos), con el objetivo de dar la máxima difusión al magisterio y la disciplina de la Iglesia sobre esta materia, además de la próxima convocatoria de unas jornadas de formación para sacerdotes, laicos y seminaristas que impartirá «un especialista en la materia».

El obispo de Alcalá, miembro de la Subcomisión episcopal para la Familia y Defensa de la Vida, de la Conferencia Episcopal Española, no descarta iniciativas adicionales para la prevención de los abusos. Ahí se incluye la formación en los Seminarios y la adecuada selección de los futuros sacerdotes e incluso de catequistas y profesores de Religión. Esa selección «debe ser radicalmente exigente tanto en el ámbito psíquico como en el espiritual», afirma monseñor Reig. Entre otras cosas, «es muy importante impedir, como exige la Iglesia, la ordenación de candidatos con atracción sexual hacia el mismo sexo».

Se trata, en definitiva, de extender la conciencia de que en la Iglesia existe «tolerancia cero» respecto a los obispos, y «apoyo, sin fisuras, a todas las víctimas de abusos y acosos sexuales».

«Los abusos y acosos sexuales jamás deben ser valorados desde el número de casos; una sola víctima es ya demasiado, es una atrocidad», escribe el prelado. «No hay que caer en el error, propio del clericalismo, de pensar y afirmar que quienes hacen públicas (con legitimidad y verdad) las miserias que se dan en el interior de la Iglesia son enemigos de la misma», añade. «¡Al contrario!: ¡ayudan a la Iglesia a purificarse! Diré más, a veces, incluso aquellos que tienen a la Iglesia por enemiga pueden ser instrumentos en las manos de Dios para acrisolarnos».