Acribillados dos sacerdotes mexicanos cuando volvían de la fiesta de la Virgen de la Candelaria - Alfa y Omega

Acribillados dos sacerdotes mexicanos cuando volvían de la fiesta de la Virgen de la Candelaria

Un portavoz de la diócesis de Chilpancingo-Chilapa ha condenado el asesinato y ha invitado a sacerdotes y religiosos a tomar las precauciones necesarias para salvaguardar su integridad física, aunque «el mismo trabajo pastoral los pone en riesgo»

Redacción
Ivan Jaimes y Germain Muniz Garcia. Foto: Diócesis de Chilpancingo-Chulapa

Dos sacerdotes han sido asesinados en una emboscada a lo largo de la carretera Taxco-Iguala, en el estado mexicano de Guerrero, a primera hora del lunes 5 de febrero. Se trata de Ivan Jaimes, de 37 años, pastor del municipio de Las Vigas (Archidiócesis de Acapulco) y reconocido intérprete de música religiosa; y de Germain Muniz Garcia, de 39 años, párroco de Mezcala, de la diócesis de Chilpancingo-Chilapa.

Según la Agencia Fides, los dos sacerdotes regresaban en coche de Juliantla después de haber participado en la fiesta de la Virgen de la Candelaria. De pronto, un vehículo rojo les cerró el paso y hombres armados abrieron fuego contra ellos. Los dos sacerdotes, que se encontraban en la parte delantera del coche, murieron en el acto. Tres de los acompañantes resultaron heridos y solo una salió indemne. Cerca de donde se produjo el asesinato, la policía encontró un vehículo abandonado y, en su interior, un cartucho de tipo militar y una caja de fusil.

El portavoz de la diócesis de Chilpancingo-Chilapa, Benito Cuenca, ha condenado el ataque a los sacerdotes y ha recordado que en los últimos cinco años ha habido seis sacerdotes asesinados en Guerrero. Por ello, ha invitado a sacerdotes y religiosos a tomar las precauciones necesarias para salvaguardar su integridad física, aunque el mismo trabajo pastoral los pone en riesgo.

También se ha pronunciado el obispo de Chilpancingo-Chilapa, monseñor Salvador Rangel Mendoza, que ha definido la muerte de los dos sacerdotes como «una gran pérdida para toda la Iglesia, para las dos diócesis, para sus familias». El prelado ha invitado a todos los fieles a rezar por su eterno descanso y ha lanzado un llamamiento enérgico a las autoridades de todos los niveles para garantizar la paz en México y en el estado de Guerrero.

La Archidiócesis de Acapulco, en un comunicado, ha expresado su consternación por el crimen y ha invitado a no dejar de trabajar por la construcción de la paz, suplicando persistentemente al Señor «por la conversión de aquellos que, olvidando que somos hermanos, cometen estos crímenes».

Fides / Redacción