Francisco convoca a creyentes y no creyentes a una jornada de oración y ayuno por la paz - Alfa y Omega

Francisco convoca a creyentes y no creyentes a una jornada de oración y ayuno por la paz

El Papa se suma a la Jornada por la vida de los obispos italiano y lamenta que hoy «se hacen leyes en contra de la vida»

Ricardo Benjumea

El Papa ha convocado durante el ángelus de este domingo una jornada de oración y ayuno por la paz para el próximo 23 de febrero, primer viernes de Cuaresma.

Ante 20.000 personas reunidas en la plaza de San Pedro, según los cálculos de la gendarmería vaticana, el Pontífice ha señalado que esta jornada por la paz será ofrecida «en particular por la población de la República Democrática del Congo y la de Sudán del Sur».

La invitación se extiende «a todos los hermanos y hermanas no católicos y no cristianos», para que cada cual tome parte «del modo que considere más oportuno». Cada persona es invitada a preguntarse en conciencia ante de Dios: «¿Qué puedo hacer yo por la paz?». Una repuesta evidente es «rezar», pero además «cada uno puede decir concretamente “no” a la violencia» de muchas maneras, que a largo plazo terminan siendo las más eficaces. «Las victorias obtenidas con la violenta son falsas victorias», advirtió Francisco, «mientras trabajar por la paz hace bien a todos».

Defender toda vida humana

Poco antes, el Francisco había recordado la celebración en Italia de la Jornada por la Vida. «Me asocio –dijo– al Mensaje de los obispos italianos y manifiesto mi aprecio y aliciente a las diversas realidades eclesiales que promueven y sostienen la vida de tantas maneras». Y lamentó que apenas una minoría se preocupe hoy de estas cuestiones «en un mundo en que se hacen leyes en contra de la vida», reiterando junto a ello su condena a «la cultura del descarte» que se practica en la sociedad.

Francisco también expresó su cercanía a los damnificados por el ciclón de Madagascar que ha dejado al menos 42 muertos en las últimas horas provocadas por los deslizamientos de tierra causados por las fuertes lluvias y vientos.

Una Iglesia «en medio de la gente»

Al comentar el pasaje evangélico del domingo, el Papa resaltó como Jesús, con los signos de sus curaciones, busca suscitar la fe como respuesta. Son gestos que, en el «ambiente vital» en el que realiza Jesús su misión, curan y consuelan, pero que de ningún modo muestran un modo de actuación «triunfalista».

Destacable, también, para Francisco es que este anuncio del Reino de Dios encuentra en Jesús su lugar más propio en la calle. De este modo el Evangelio coloca la misión de la Iglesia bajo el signo del «ir» en «movimiento», huyendo de la inmovilidad. Se trata de estar «abiertos a la voz del Espíritu Santo, que impulsa a la Iglesia a poner cada vez más su propia tienda en medio de la gente para llevar a todos la palabra sanadora de Jesús, médico de las almas y de los cuerpos».