Busca la verdad mientras eres joven: los universitarios católicos responden al reto - Alfa y Omega

Busca la verdad mientras eres joven: los universitarios católicos responden al reto

Una veintena de universitarios madrileños dedican los sábados por la tarde a formarse sobre su fe. No les bastaban las reuniones semanales de su capilla; «teníamos la necesidad de encontrar respuesta a muchas preguntas que nos hacemos», explica Benjamín, uno de estos jóvenes. Esta formación, «lógicamente, en seguida repercute en un testimonio» –añade el Delegado de Pastoral Universitaria–, además de estar ayudando a crear comunión entre ellos

María Martínez López

Busca la verdad mientras eres joven. Éste es el reto que ha lanzado la Delegación de Pastoral Universitaria de Madrid a los jóvenes universitarios. Con este lema, hace casi dos meses se pusieron en marcha los sábados de formación en la fe, unas reuniones semanales que se celebran todos los sábados por la tarde en la iglesia de las Calatravas (calle Alcalá, 25).

El padre Feliciano Rodríguez, Delegado episcopal de Pastoral Universitaria, explica que esta iniciativa nació porque los capellanes se dieron cuenta de que «los universitarios pedían formación. Querían clarificar ideas, resolver dudas, y afianzarse en cuestiones básicas de la fe que quizá tienen prendidas con alfileres».

Benjamín Larrión es estudiante de Historia en la Complutense y uno de los jóvenes que ayuda a organizar las reuniones. Explica que «los jóvenes teníamos la necesidad de encontrar respuesta a muchas preguntas que nos hacemos y a las que el establishment académico no responde». Además, «en un paradigma racionalista como el actual, los universitarios católicos, que proponemos una fe razonada, nos vemos continuamente en la necesidad de dar respuestas sobre nuestra fe».

Crece por el boca a boca

Para este estudiante, la formación «está siendo muy útil, y los ponentes son de mucha altura». Las reuniones formativas están divididas en cuatro bloques: Historia de la Iglesia, Cristología, Ciencia y fe o Testimonios; de forma que, cada mes, se dedique un día a cada uno de ellos. Las ponencias las suelen dar de forma desinteresada profesores, la mayoría vinculados también a Pastoral Universitaria. Después, se dedica un tiempo amplio al diálogo, para que los jóvenes puedan plantear sus preguntas. Antes, celebran juntos Misa.

De momento, «la respuesta ha sido buena. Los jóvenes no vienen de forma masiva, pero se ha ido conociendo de boca a boca y va creciendo» el número de asistentes, explica el padre Feliciano. De momento, son unos 25 jóvenes los que, además de las reuniones semanales de su capellanía, dedican los sábados por la tarde a formarse. El Delegado espera que este efecto contagio sirva, no sólo para que acudan más jóvenes, sino para que los que van «transmitan lo que aprenden a otros jóvenes de Pastoral».

También, por supuesto, a sus compañeros, muchos de los cuales no compartirán sus creencias. No se trata de una acción directamente de evangelización. Sus primeros destinatarios son los jóvenes católicos. «Pero eso, lógicamente, en seguida repercute en un testimonio. Todo lo que sea responder a la demanda de formación de los cristianos para conocer en profundidad su fe es fundamental para la evangelización, para que se formen grupos de referencia que puedan contagiar a otros. La Iglesia, sociológicamente hablando, cada vez es más minoritaria pero más auténtica», explica el padre Feliciano.

Formación, caridad y comunión

Esta iniciativa de formación está muy ligada al reparto de bocadillos a las personas de la calle, que la Delegación de Pastoral Universitaria organiza todos los miércoles. «Quizá algunos de los jóvenes que vienen a repartir bocadillos se acercan a esta actividad más por lo social –reconoce Benjamín–. Pero también les invitamos a venir a la formación y, así, conocer esta otra vertiente de la fe».

Otra vertiente muy positiva de los sábados de formación es que fomentan la comunión entre las capillas de distintas facultades y universidades, y también entre diversas realidades eclesiales a las que pertenecen los jóvenes universitarios. «Es importantísimo –subraya Benjamín– no quedarnos sólo en nuestro grupo, sino crear lazos y redes más amplias, formar comunidad y conocernos. Hasta ahora, se habían dado pasos pequeños y puntuales hacia esa comunión, como las Javieradas. Que haya encuentros sistemáticos, como estos de los sábados, va a ayudar mucho».