El Jubileo que cambió Villamanta - Alfa y Omega

El Jubileo que cambió Villamanta

Diócesis de Getafe
Foto: Año Jubilar en Villamanta

«Cuando te envían un Año de Gracia desde Roma piensas que tu comunidad parroquial vivirá un momento único, pero nunca hasta el punto en el que lo hemos disfrutado». Con estas palabras define el párroco de Villamanta, Orlando Mateos, el Año Jubilar que termina este 3 de febrero. Cuando, hace dos años, tras la fiesta de san Blas, el párroco solicitó al Papa la celebración de un Jubileo con motivo del 1.700 aniversario del martirio del patrón de la localidad, no pensaba que estos 365 días iban a servir para «tantos fieles se hayan vuelto a acercar a la Iglesia».

Villamanta ha recibido a unos 4.000 peregrinos, siempre atendidos por el equipo de 50 voluntarios que se han desvivido cada vez que un visitante ponía su pie en la pequeña localidad.

Para ganar la indulgencia plenaria, había que recorrer una ruta llena de simbolismo: «Comenzaba en la Ermita de la patrona de Villamanta, la Virgen del Socorro, y cruzaba el pueblo pasando por lugares emblemáticos del mismo, llegando hasta la parroquia donde esperaban las reliquias de San Blas».

Otros jubileos

Los distintos jubileos en Villamanta atrajeron a diversas realidades de Madrid. «El que mayor repercusión tuvo fue el de las Hermandades y Cofradías. Vinieron alrededor de 2.000 personas de todo Madrid, también de Toledo e incluso de Ávila», señala Iván Martín, coordinador de Comunicación del Año Jubilar. «Se produjo un hecho histórico para nuestra diócesis. Por primera vez la Virgen de la Almudena y los Santos Niños Justo y Pastor, patrones de la archidiócesis de Madrid y la diócesis de Alcalá de Henares, visitaban de forma conjunta nuestra diócesis», añade Martín.

En marzo tuvo lugar el jubileo de los enfermos; en octubre el de los jóvenes; en noviembre el de los difuntos, donde san Blas visitó el cementerio; en enero el de los niños, con la visita de los Reyes Magos, y el de las mascotas y el de los catequistas dentro de un encuentro diocesano. Otro hito fue que, el 5 de noviembre, san Blas saliera por primera vez de Villamanta para visitar el Año Santo Butarqueño de Leganés.