O'Malley reconoce que las palabras del Papa sobre el obispo Barros causaron «dolor» a las víctimas - Alfa y Omega

O'Malley reconoce que las palabras del Papa sobre el obispo Barros causaron «dolor» a las víctimas

No se puede lanzar a las víctimas el mensaje de que, si no pueden probar sus alegaciones, no van a ser creídas, afirma el presidente de la Pontificia Comisión para la Protección de Menores del Vaticano, quien al mismo tiempo resalta el compromiso de Francisco para erradicar esta lacra

Redacción

El presidente de la Pontificia Comisión para la Protección de Menores del Vaticano, el cardenal Seán Patrick O’Malley, criticó este sábado los comentarios hechos esta semana por el Papa Francisco en defensa del obispo chileno Juan Barros, acusado de encubrir abusos sexuales contra menores. El pasado jueves, el Papa defendió a Barros y aseguró que las acusaciones de que encubrió de los abusos sexuales contra menores cometidos por el sacerdote Fernando Karadima «son calumnias».

«El día que me traigan una prueba contra el obispo Barros, voy a hablar», declaró el Pontífice a periodistas de varios medios locales a su llegada a la ciudad de Iquique, donde celebró la tercera y última misa de su gira apostólica por Chile. «No hay una sola prueba en contra, todo es calumnia», enfatizó Jorge Mario Bergoglio.

En una carta publicada por la Archidiócesis de Boston (EE. UU.), el cardenal O’Malley consideró «comprensible» las crítica, ya que las palabras del Papa «fueron una fuente de gran dolor para los supervivientes de abuso sexual por parte del clero o cualquier otro perpetrador».

«Las palabras que expresan el mensaje “si tú no puedes probar tus alegaciones, entonces no serás creído” abandonan a quien han sufrido reprobables violaciones criminales de su dignidad humana y relegan a los supervivientes al exilio desacreditado», subrayó el cardenal, en una nota difundida pocas horas después por el portal de noticias del Vaticano, Vatican News.

El también arzobispo de Boston precisó que, al «no haber estado personalmente implicado en los casos que fueron objeto» de los comentarios de Francisco, no puede abordar «por qué el Santo Padre eligió las palabras particulares que usó en ese momento».

«Lo que sí sé, sin embargo, es que el Papa Francisco reconoce completamente los fallos indignantes de la Iglesia y su clero que abusó de niños y el devastador impacto que esos crímenes han tenido en supervivientes y sus seres queridos», matizó O’Malley.

«Acompañando al Santo Padre en numerosas reuniones con supervivientes –prosiguió–, he sido testigo de su dolor al conocer la profundidad y amplitud de las heridas infligidas a quieres fueron abusados, y que el proceso de recuperación puede durar una vida».

El cardenal concluyó su misiva remarcando que «las declaraciones del Papa de que no hay sitio en la vida de la Iglesia para aquellos que abusarían de niños y que debemos adherirnos a la tolerancia cero para esos crímenes son sinceras y son su compromiso».

Juan Barros Madrid, nombrado obispo en marzo de 2015 por el papa Francisco, ha estado estos días en el ojo del huracán por su participación en los principales actos religiosos con motivo de la visita del pontífice.

La polémica se debe a las denuncias en su contra como encubridor de los crímenes cometidos por Fernando Karadima cuando éste era párroco de la iglesia de El Bosque, en Santiago de Chile.

Efe / Redacción

Carta del cardenal O’Malley

Es comprensible que las afirmaciones que el Papa Francisco ha hecho ayer en Santiago, en Chile, hayan sido fuente de gran dolor para las personas que han sufrido abusos sexuales por parte de elementos del clero o de cualquier otro culpable. Expresiones que llevan el mensaje según el cual ‘si no puedes demostrar tus acusaciones, no puedes ser creído’, hacen sentir abandonadas a las personas que han sufrido reprobables violaciones criminales de su dignidad, y relegan a las víctimas en un exilio de descrédito”.

No habiendo estado personalmente involucrado en las situaciones que fueron objeto de la entrevista de ayer, no sé decir por cual razón el Santo Padre haya elegido los términos específicos que ha usado en aquella ocasión. Pero lo que sé es que el Papa Francisco reconoce plenamente los enormes errores de la Iglesia y de su clero que ha abusado de niños, y el devastador impacto que estos crímenes han tenido en las víctimas y en sus familiares”.

He acompañado al Santo Padre en muchos de sus encuentros con las víctimas y he podido constatar su dolor en el tomar consciencia de la profundidad y de la amplitud de las heridas causadas a quien había sufrido abusos, y en el constatar que el proceso de curación puede necesitar una vida entera. Las afirmaciones del Papa son que no hay lugar en la Iglesia para quien abusa de los niños y que tenemos que adoptar la ‘tolerancia cero’, porque estos crímenes son reales y su compromiso es combatirlos.

Mis oraciones y mi pena estarán siempre con las víctimas y con sus familiares. No podremos jamás anular los sufrimientos que han vivido, ni curar plenamente su dolor. En algunos casos, debemos aceptar que incluso nuestro esfuerzo de ofrecer asistencia sea motivo de angustia para las víctimas, y que tenemos que rezar por ellos en silencio, mientras les ofrecemos nuestro sostén como respuesta de nuestro deber moral. Permanezco dedicado al trabajo por la curación de todos aquellos que han sido tan gravemente heridos y vigilando para que se haga todo lo que sea posible para asegurar la tutela de los niños en la comunidad de la Iglesia, de manera que estos crímenes no sucedan nunca más.