Arranca la campaña vocacional 2018 de los salesianos: La felicidad empieza por fe - Alfa y Omega

Arranca la campaña vocacional 2018 de los salesianos: La felicidad empieza por fe

La Inspectoría Santiago el Mayor de los salesianos, con sede en Madrid, ha presentado la campaña vocacional 2018 con la que pretenden «invitar a los jóvenes a reflexionar sobre el sentido de su vida y su vocación», explican desde la institución

Redacción

La campaña se enmarca dentro de las actividades que la orden va a desarrollar a lo largo del mes de enero con motivo de la celebración del día de su fundador, san Juan Bosco, cuya fiesta tiene lugar el 31 de enero.

Con el lema La felicidad empieza por fe, la campaña vocación 2018 quiere «recordar a todos los creyentes que la fe no es una carga o una losa que soportar en la vida, sino un regalo que, asumido en la propia vocación, puede llenar de felicidad la vida entera», explica Xabier Camino, coordinador de Animación Vocacional.

En este sentido, recuerda Xabier Camino, «la vocación es un regalo personal que Dios nos hace a todos». No se trata de «un privilegio para unos elegidos, sino que todos estamos llamados a ser felices, descubriendo y viviendo el sueño que Dios tiene para cada uno de nosotros, sus hijos». No obstante, aclara, «la vocación es también una responsabilidad que nos exige cuidar nuestra vida de fe, intensificar nuestros momentos de oración, cultivar la celebración de los sacramentos, afianzar nuestro compromiso apostólico por los demás…».

Cultura vocacional

La delegación coordinada por Camino ha preparado diferentes materiales —disponibles en la web www.sersalesiano.com—, que serán distribuidos en las diferentes realidades salesianas. «Son diferentes oportunidades para acercar a los niños y los jóvenes hacia la cuestión existencial de su vocación», apuntan desde la entidad.

«Crear una auténtica cultura vocacional nos exige a todos, salesianos y seglares, favorecer y cuidar un ambiente evangelizador permanente en nuestras Obras, de modo que cada joven tenga la posibilidad de desarrollar con naturalidad su propia vocación, como parte inherente de la vida del creyente y, por ello, de su progresiva maduración en la fe», añade el coordinador de Animación Vocacional de la Inspectoría Santiago el Mayor.