Vientos frescos del sur para una de las diócesis más jóvenes y urbanitas - Alfa y Omega

Vientos frescos del sur para una de las diócesis más jóvenes y urbanitas

Ginés García Beltrán cambia Guadix, la diócesis más antigua de España, por Getafe, que apenas cuenta con un cuarto de siglo de historia pero es hoy una de las más pobladas de España

Ricardo Benjumea
El nuevo obispo electo de Getafe, durante la rueda de prensa en la que se anunció su nombramiento, el pasado 3 de enero. Foto: Diócesis de Guadix

«Vas a disfrutar mucho en esta diócesis». Con estas palabras saludaba el ya obispo emérito de Getafe, Joaquín María López de Andújar, a Ginés García Beltrán, nombrado por el Papa para sucederle el 3 de enero.

Pese a todas las dificultades que pueda encontrarse el hasta ahora obispo de Guadix, «ver esta diócesis tan llena de vida y de proyectos, con tanto futuro por delante, va a llenar de gozo el corazón del nuevo obispo, como ha llenado el mío», decía López de Andújar en su despedida, que se producirá seis meses después de haber alcanzado los 75 años, la edad canónica para la jubilación. Tras la Misa de toma de posesión, el sábado 24 de febrero, en la basílica del cerro de los Ángeles, el prelado se trasladará a vivir a la casa del capellán de las carmelitas del convento de La Aldehuela, uno de los pulmones espirituales de la diócesis, junto al sepulcro de la madre Maravillas.

Ginés García Beltrán (Lorca —Murcia—, 1961), un pastor cercano y afable, lleno de vitalidad e incansable trabajador, se convertirá en el tercer obispo de esta joven diócesis, erigida en 1991 con Francisco José Pérez Golfín como primer obispo y el propio Andújar como vicario general. Aires frescos del sur para una de las diócesis más pobladas de España (alrededor de 1,5 millones de habitantes) que comprende el cinturón industrial de Madrid y cuenta con una población de perfil marcadamente juvenil y urbanita, con ciudades como Móstoles, Fuenlabrada o Alcorcón, superiores en tamaño a muchas capitales de provincia, en contraste con Guadix, diócesis que, en conjunto, cuenta con unos 100.000 habitantes distribuidos en pequeñas localidades.

«He oído hablar de vuestra fe, y sé que sois, somos, una Iglesia joven y con un gran dinamismo apostólico», decía el nuevo obispo en una carta de saludo. «Son muchas las personas, parroquias, comunidades, asociaciones y movimientos los que hermoseáis la Iglesia de Getafe con la variedad y riqueza de vuestros carismas», añadía en un retrato de una Iglesia pujante, no exenta, sin embargo, de grandes retos, comenzando por la fuerte secularización de amplios sectores de la sociedad.

«Al ser una diócesis tan grande, hay mucho por hacer», decía monseñor García Beltrán en conversación con Alfa y Omega. El nuevo obispo no tiene recetas prefijadas; dice que llega «como aprendiz» y que su primera misión será «escuchar y ver para incorporarme a la marcha de esta diócesis que el Señor me encomienda».

Lo que sí tiene claro es que, «como pide el Papa, quiero que esta sea una Iglesia en salida, que llegue a la gente». Empezando por el obispo. Es importante «la cercanía del pastor» para «hacer presencia del Señor». «Ese es un lenguaje que yo creo que lo entiende todo el mundo». «Yo disfrutaré –añade– en la medida en que me encuentre cerca de la gente, anunciando al Señor, que es mi misión. No pretendo nada distinto a eso».

Como áreas prioritarias, lo primero que le viene a la mente cuando se le pregunta es la pastoral juvenil, en un año que estará muy marcado por el Sínodo de octubre dedicado a los jóvenes. Y menciona también la necesidad de «cuidar la transmisión de la fe, que no se rompan los conductos, sobre todo en la familia».

Cambios en la provincia eclesiástica

El nombramiento se producía menos de una semana después de la designación de tres nuevos obispos auxiliares para ayudar al cardenal Carlos Osoro en Madrid que, al igual que el propio García Beltrán, se incorporarán a la provincia eclesiástica.

La cercanía geográfica acentúa la importancia de la colaboración, subraya García Beltrán. «En el mundo en que vivimos, tan global e interconectado, nosotros jurídicamente podemos separar unas diócesis de otras por una calle, pero la gente no hace ya esas distinciones, y mucho menos en lugares como Madrid, donde en unos pocos minutos uno cambia de una diócesis a otra. La unidad, trabajar todos en la misma línea es importante, respetando la autonomía y la identidad de cada diócesis», dice. «Hoy tenemos que trabajar muy en comunión y las provincias eclesiásticas son un instrumento precioso para eso».

La cercanía a Madrid le facilitará también al nuevo obispo de Getafe el desempeño de otras responsabilidades. Ginés García Beltrán es presidente de la Comisión de Medios de Comunicación Social en la Conferencia Episcopal, preside la fundación Pablo VI y es consiliario de la Asociación Católica de Propagandistas. En Roma, el Papa le nombró en 2016 miembro de la Secretaría de Comunicación del Vaticano.