Los jóvenes católicos piden escucha y comprensión - Alfa y Omega

Los jóvenes católicos piden escucha y comprensión

El 40 % no se sienten escuchados, mientras que más de la mitad no se sienten ni comprendidos ni tenidos en cuenta. Reclaman una Iglesia que proponga con claridad el Evangelio de Jesús, que acepte las diferencias, inclusiva, moderna, con lenguaje de hoy, que no sea excesivamente moralista y proponga una liturgia más viva y cercana

Fran Otero
Foto: CNS

Los jóvenes católicos españoles han hablado. Se les ha dado la oportunidad con motivo de la celebración el año que viene (octubre 2018) del Sínodo de Obispos que abordará el tema de la juventud y la han aprovechado. En total, más de 5.000 —de 47 de las 70 diócesis, 12 movimientos, 12 congregaciones y dos institutos seculares— han respondido el cuestionario adaptado por la Conferencia Episcopal Española y sus contestaciones ya están en el Vaticano. Y, ¿qué han manifestado? Han pedido que se les escuche, que la Iglesia tenga una actitud de cercanía y apertura al mundo de hoy, que debería concretarse, dicen, «en una propuesta más clara del Evangelio de Jesús, en la aceptación de las diferencias, la tolerancia, el diálogo y claridad evangélica; que acoja, que sea inclusiva, misericordiosa y samaritana». También que «sea más moderna, que se comunique mejor, con un lenguaje de hoy, que renueve sus mensajes, que conecte con las ideas de hoy, que no sea excesivamente moralista y que proponga una liturgia más viva y cercana» y, finalmente, que esté comprometida con la justicia, con la solidaridad, con el cuidado del planeta.

Estos jóvenes, que viven su fe de manera comprometida en grupos parroquiales, dan mucha importancia a la escucha. Una gran mayoría (60 %) afirman que se sienten escuchados, pero el porcentaje de los que no lo ven así es alto (40 %), sobre todo, teniendo en cuenta que hablamos de jóvenes comprometidos. Sube el de los que no se sienten comprendidos (54 %) y el de los que no recogen sus aportaciones (60 %). «Esto nos está haciendo reflexionar sobre qué estamos haciendo y cómo lo estamos haciendo», reconoció el director del Departamento de Pastoral Juvenil de la Conferencia Episcopal, Raúl Tinajero. Y añadió: «Se demanda tiempo y personas para escuchar y salir fuera de las estructuras eclesiales, así como nuevos espacios, más apertura y acoger sin enjuiciar».

Desafíos y oportunidades

Para los jóvenes encuestados, el mayor desafío al que se enfrenta la Iglesia en estos momentos en relación con los jóvenes es llegar a los alejados. Y, por ello, consideran importante, de nuevo, la escucha, la dedicación, el acompañamiento, la acogida y la formación de referentes juveniles. También reclaman protagonismo, pues un 55 % cree no lo tienen en la Iglesia.

En lo que respecta a las oportunidades hablan, en un primer momento, de participación social, la promoción de la justicia, el cuidado de la ecología, la búsqueda de la paz y la solidaridad con los pobres; y luego de la búsqueda de sentido a sus vidas o la búsqueda de espiritualidad.

Reconocen que el lugar donde encontrarse con otros jóvenes que no frecuentan los ambientes eclesiales es la calle, además de los centros de estudio, el deporte, la cultura, la música, las redes sociales o el compromiso social a través de asociaciones, ONG o voluntariado…

Vocación

En relación con el discernimiento vocacional, otro de los puntos importante del Sínodo, recalcan el papel de la familia, pues son sus padres los que les acompañan, orienta, guían en la toma de decisiones. De la escuela, universidad y centros formativos creen que están más centradas en orientar en ámbitos profesionales y laborales, por lo que no comparten temas vocacionales en esos ámbitos: «Se pone el tener por encima del ser, no ayudan a abrirse a la trascendencia, silencia preguntas sobre el sentido de la vida y se conforma con el materialismo».

Valoran en este sentido los eventos como las Jornadas Mundiales de la Juventud, que ayudan al encuentro con Jesucristo y, en algunos casos, ha determinado decisiones vocacionales, implicación en la Iglesia, entrada a formar parte de un grupo. Sin embargo, creen que lo más importante tiene que ser el acompañamiento personal que lleve a un discernimiento vocacional.

Con todas estas aportaciones, la síntesis enviada por la Conferencia Episcopal al Vaticano se plantea cómo encauzar el potencial de desafío y protesta propio de los jóvenes para que se convierta en propuesta y colaboración y señala, en este sentido, varias cuestiones: una mayor formación sobre la Doctrina Social de la Iglesia y presentar la gran cantidad de propuestas de voluntariado, propuestas concretas de transformación de la realidad. «Los jóvenes proponen la creación de foros juveniles en los que se traten los temas que les interesan, porque están preocupados por la situación del mundo pero sienten que no aportan nada ni que se les tiene en cuenta», recoge el documento episcopal, que cree que este es un hueco que puede llenar la Iglesia, que puede, por ejemplo, jugar un papel fundamental en la reactivación de la relación entre jóvenes y adultos.

«Estamos en un momento apasionante —reconoce Tinajero—, porque somos conscientes de que es nuestro momento y así lo valoramos todos los que trabajamos en este ámbito y porque la principal preocupación de la Iglesia estos años van a ser los jóvenes. Además, lo vivimos con una mayor comunión, pues nos sentimos más unidos a la hora de afrontar los restos. Todos tenemos el mismo deseo: dar a los jóvenes más protagonismo, respuesta a sus inquietudes… Nos lo piden no solo para ellos, sino para el bien de la Iglesia en general».

Con el envío de la síntesis se cierra una nueva etapa en la preparación del sínodo y cuya próxima fecha señalada coincidirá con el final de año, momento en el que se cerrará la encuesta online abierta por la Santa Sede (hace un mes llevaba 150.000 respuestas), que se sumará a las aportaciones de todas las Conferencias Episcopales. Una vez se celebre en marzo el encuentro previsto en el Vaticano, en el que participarán jóvenes creyentes —irán dos en representación de la Conferencia Episcopal Española— y no creyentes se elaborará el instrumentum laboris que servirá para la reflexión de los obispos durante el sínodo. Concluido este, el Papa elaborará una exhortación donde recogerá todo lo tratado y aportará líneas de trabajo para el futuro.