Bielorrusia: un 82 % de creyentes a pesar de las persecuciones - Alfa y Omega

Bielorrusia: un 82 % de creyentes a pesar de las persecuciones

La fe se ha transmitido en Bielorrusia de una a otra generación a pesar de las persecuciones. Hoy, el 82 % de sus habitantes se declaran creyentes, la mayoría ortodoxos

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Procesión de Semana Santa en la localidad bielorrusa de Ashmyany. Foto: CNS

En la historia del cristianismo en Belarús, que comienza en el siglo IX, conviven los ritos latino y bizantino, practicado este por la Iglesia ortodoxa y la Iglesia greco-católica. La Iglesia católica ha sufrido diversos períodos de persecución que comenzaron con el régimen zarista, en el siglo XIX, y continuaron tras la revolución de 1917, cuando todas las iglesias fueron cerradas y los obispos y sacerdotes arrestados y encarcelados. Más tarde llegó la ocupación nazi, durante la II Guerra Mundial, con nuevas persecuciones y campos de concentración y, a continuación, ya bajo el régimen comunista, las iglesias fueron destruidas o convertidas en cines, fábricas o gimnasios, mientras los pocos sacerdotes que quedaban eran encarcelados y enviados a los gulag de Siberia.

Tras un lento período de apertura a finales de los años 80, cerca de 130 iglesias estaban abiertas en toda Belarús, donde trabajaban unos 60 sacerdotes. No había un seminario oficial para capacitar a nuevos seminaristas, a excepción de una estructura clandestina, donde se prepararon doce sacerdotes, mientras la formación se realizaba en los dos seminarios oficiales de Kaunas en Lituania y en Riga, Letonia. La Iglesia comenzó una nueva etapa en 1989, tras la caída del muro de Berlín, con la ayuda de diversas organizaciones católicas, la especial solidaridad de la vecina Polonia –que envió sacerdotes y religiosos– y con el nombramiento del primer obispo después de 50 años por san Juan Pablo II.

Divorcios y abortos en aumento

En la actualidad, el 82 % de la población se declara creyente y, de ellos, un 80 % son ortodoxos mientras cerca del 40 % de las familias son mixtas, de católicos casados con ortodoxos. Bielorrusia cuenta con cuatro diócesis, ocho obispos, dos seminarios en Grodno y Pinsk con 60 seminaristas y unas 500 parroquias con un millón y medio de fieles. No hay en el país escuelas ni universidades católicas, por lo que una de las principales carencias es la formación de laicos. Para ello se ha creado una Academia de Teología, ya reconocida jurídicamente por el Estado pero que solo existe por ahora sobre el papel…

Otras de las prioridades es la pastoral familiar ya que el 50 % de las familias está en proceso de divorcio y hay un gran número de abortos, causantes de la crisis demográfica del país. Otra prioridad de la Iglesia católica es la pastoral juvenil, a la que no siempre se puede atender debidamente por la falta de sacerdotes y religiosos, a pesar de lo cual las diócesis organizan cada año una jornada de la juventud. En la Jornada Mundial de la Juventud de Cracovia participaron 5.000 jóvenes bielorrusos.

La fe se ha transmitido en Bielorrusia de una generación a otra, y a pesar de las persecuciones, gracias a la profunda piedad popular y aunque la Iglesia católica no tiene su propia televisión ni radio, las buenas relaciones con las estatales permite la transmisión en directo de las celebraciones de la Pascua y la Navidad, así como la Misa dominical desde la catedral de Minsk. Mientras tanto, la acción caritativa está presente a través de la Caritas nacional, que coopera con otras instituciones en diversos proyectos de ayuda humanitaria.

Las relaciones de la Iglesia católica con la Iglesia ortodoxa son buenas, de forma que comparten celebraciones y proyectos en el campo de la defensa de los valores cristianos, la caridad, la lucha contra el abuso de drogas y la defensa de la vida, de forma que en algunas clínicas abortivas se han organizado puntos de consulta para las mujeres que quieren abortar. Las relaciones con otras confesiones protestantes y religiones no cristianas son igualmente buenas y constructivas, con iniciativas como la conmemoración de las víctimas del régimen nazi en el campo de concentración de Trostenets, cerca de Minsk.

Los retos de la Iglesia en Bielorrusia

Diversos problemas y preocupaciones de la Europa occidental, como la teoría de género o la eutanasia, comienzan a llegar y afectar a la comunidad creyente, mientras las relaciones amistosas con el Estado permiten diversas celebraciones litúrgicas fuera de las iglesias como la procesión del Corpus Christi, en la que participan unas 10.000 personas en Minsk o la fiesta del santuario de Budslau, con la participación de unas 30.000 personas. Entre las cuestiones a mejorar está la renovación de los permisos de estancia para el cerca de un centenar de sacerdotes extranjeros. También las dificultades para conseguir permisos y construir nuevas iglesias ya que, cuando se conceden, solo tienen validez de un año y debido a las limitadas posibilidades financieras, deben pedir permiso para ampliar el tiempo de construcción pagando las multas correspondientes.

Por otra parte, la educación religiosa está prohibida en las escuelas y es muy difícil la atención a los presos y enfermos, ya que el sacerdote solo puede visitar a los prisioneros con el permiso del director de la prisión y es muy difícil conseguir una capilla en el hospital. Lo mismo ocurre en la pastoral con los militares. A veces el sacerdote puede ser invitado para la ceremonia del juramento de tropas, pero todo depende del comandante de la unidad militar.

Mientras la Iglesia ortodoxa tiene un acuerdo con el Estado que le permite organizar la pastoral en la escuela, el Ejército, las prisiones o los hospitales, la Iglesia católica está todavía en fase de negociación de un acuerdo similar que le permita trabajar en un marco regulado. Y no hay que olvidar el empuje y la vitalidad que aporta a la comunidad católica la figura del actual arzobispo de Minsk, Tadeusz Kondrusiewicz, que en estos años ha conseguido la apertura de más de un centenar de iglesias y la publicación del ordinario de la Misa y del catecismo en lengua bielorrusa.

Minsk (Bielorrusia)