Cristina y Patricia, argentinas en Roma: «No podía pasar por esta vida sin ver a Francisco» - Alfa y Omega

Cristina y Patricia, argentinas en Roma: «No podía pasar por esta vida sin ver a Francisco»

Dicen que todos los caminos conducen a Roma pero, por muy trillada que esté, la frase no deja de tener su razón. En esta ocasión lo hemos comprobado de primera mano gracias a dos amigas que, después de varios años, se han encontrado de nuevo aquí. La plaza de San Pedro —la plaza de mi barrio—, es la plaza del mundo. La columnata proyectada por Bernini en el siglo XVII es el abrazo que recibe toda la humanidad que se acerca hasta esta Ciudad Eterna donde, precisamente, se manifiestan también sentimientos eternos como el amor o la amistad. Y por seguir con las frases hechas, en el caso de Patricia Juárez y Cristina Strong —dos argentinas como el Papa y que, como él, no viven en su patria—, la distancia no ha significado para nada el olvido

Ángeles Conde Mir
Foto: Ángeles Conde

Para celebrar el segundo 25 cumpleaños de una de ellas eligieron reunirse en Roma, Caput Mundi.

Chicas, ¿qué hacéis por la plaza de San Pedro?
Cristina: Pues de momento un selfi, porque hay que inmortalizar este momento.

¡Uy!, ese acento, ¿me resulta familiar?
Patricia: Somos de Argentina, como el Papa Francisco.

Y supongo que acabáis de estar presentes en el rezo del ángelus, ¿no?
Cristina: Sí, sí. No podía pasar por esta vida sin ver a Francisco porque es un Papa argentino. El ángelus fue hermoso, pero, sobre todo, lo que más me gustó fue la forma en la que el Papa se integra con los peregrinos, cómo es de cariñoso y cómo conecta con nosotros. Las palabras que dice nos ayudan a ser mejor personas.

Y él, ¿es el mejor Papa?
Patricia: Yo me siento orgullosa de tener un Papa argentino, sobre todo porque este Papa refleja la sencillez de la gente en Latinoamérica. Eso es lo que transmite. Lo que se ve de él es cómo somos los latinoamericanos. Me gusta porque es como un Papa del pueblo. Él sigue viviendo aquí como vivía en Buenos Aires, en medio de la gente. Tiene la capacidad de poder hablar y estar con todos, con los ricos y con los pobres. Es el mismo que era en Argentina.

¿Y qué palabras os han impactado más del ángelus?
Cristina: [Risas] ¡Ay!, ¡no nos hagas esa pregunta! [Más risas]. Es que nos estábamos haciendo más selfies para que se viera de fondo al Papa en la ventana.

Patricia: Pero estoy segura de que todo lo que ha dicho es muy importante.

Vais a tener que hacer los deberes y leer otra vez lo que ha dicho hoy.
Cristina: Como ordene, mi capitán.

Bueno, pero volvamos a lo que nos ocupa. ¿Así que os habéis recorrido medio mundo para ver al Papa?
Cristina: Sí y no. Fue un viaje planeado por una ocasión especial, el cumpleaños de mi amiga Patricia. Yo vivo en Estados Unidos y viajé para visitarla en Europa, porque ella vive en Bélgica, y quería festejarla. Además, queríamos venir al Vaticano, por supuesto, para ver al Papa, aunque sea de lejos. Lo conseguimos y ha sido hermoso.

Patricia vive en Bélgica y tú en Estados Unidos y os habéis reunido en San Pedro. ¿Cómo hacéis para mantener una amistad así a través del tiempo y la distancia?
Patricia: Éramos compañeras de cuarto en la residencia de monjas durante nuestros años de universidad. Yo estudiaba Farmacia, terminé, conocí a mi marido y me vine a Bélgica. Cristina, que estudiaba Derecho, se fue después a Estados Unidos.

Cristina: Seguimos unidas, aunque cada una esté en una parte del mundo, porque esas son las verdaderas amistades. No hace falta estar todos los días juntas sino estar una vez y sentir lo que realmente te unirá para siempre. Además, ahora, con las nuevas tecnologías te puedes comunicar a cada rato.

Patricia: Yo siento que es como que es una amistad que ya llevas en el corazón, casi desde el primer día que te conoces. Y desde que nosotras nos conocemos, ¡ya han pasado unos cuantos años! Fíjate que yo acabo de celebrar mi segundo 25 cumpleaños.