Santa Teresa de Jesús en el arte contemporáneo - Alfa y Omega

Santa Teresa de Jesús en el arte contemporáneo

Espacialismo cromático es el nombre de la exposición que, hasta el 5 de abril, acoge el Centro del Carmen (antiguo convento de carmelitas). Escribe el Vicerrector de la Universidad Católica de Valencia, uno de los Comisarios de la exposición:

José Luis Sánchez García
Amor a mort, de Antoni Tàpies (1980)

Con motivo del V Centenario del nacimiento de santa Teresa de Jesús, el Centro del Carmen inauguró, el 17 de febrero, la exposición Espacialismo cromático, que indaga en la figura de la santa de Ávila desde una perspectiva artística conceptual. Esta exposición será la gran aportación valenciana al programa cultural y artístico que se desarrollará a nivel nacional durante 2015, para celebrar la memoria de uno de las máximos exponentes de la cultura española, convertida hoy en icono universal.

Las 39 obras –entre pintura, escultura, dibujo y fotografía–, todas de gran calado conceptual, proceden de la colección del IVAM (Instituto valenciano de arte moderno), y pertenecen a 37 importantes artistas contemporáneos que han jugado un papel relevante en las vanguardias del siglo XX y, de forma directa o indirecta, reflejan algunos de los conceptos trascendentes de la poética teresiana. Entre ellos, encontramos a Eduardo Chillida; Martín Chirino; Antoni Tàpies; José Manuel Ballester; Mar Solís; Ad Reihnardt; Bernard Plossu; Ferrán Montenegro; Joan Brossa; Cristina Iglesias; Miquel Navarro; Juan Garaizábal; Pierre Soulages; José Sanleón; Francisco Caparrós; Alberto Bañuelos; Joaquín Torres-García; Paulina López de la Casa; Francisco Gómez; José Manuel Yturralde; o Jordi Teixidor. Entre las obras gráficas se encuentran textos de más de 40 escritores, representantes de distintas nacionalidades (argentinos, mexicanos, chilenos…), además de otros grandes poetas españoles y valencianos del siglo XX y XXI, que han querido sumarse a este homenaje, algunos con poemas realizados expresamente para la muestra.

Más allá del espacio

Desde una primera aproximación artística, destaca el título de la muestra: Espacialismo cromático, que aparece como una declaración de intenciones sincera y contundente. Y es que el propio concepto vanguardista de espacialismo, de entrada, alude a la ruptura de un espacio concreto, tal y como lo proyectó Lucio Fontana, tanto con su obra plástica como con su Manifiesto en Blanco. Así, al desgarrarse este espacio, se penetra en una dimensión que pertenece al terreno de lo intangible, del silencio, de lo trascendente. No es éste un concepto religioso en sí mismo, sino que se situaría como una antesala, como una primera aproximación a la relación del hombre con lo que está más allá de sí, más allá de su propio espacio.

Persona-paso, de José Cosme (2003)

La exposición está presidida por la proyección de una imagen del Cristo llagado, con el siguiente pensamiento de santa Teresa: «Acaecióme que, entrando un día en el oratorio, vi una imagen que habían traído allá a guardar, que se había buscado para cierta fiesta que se hacía en casa. Era de Cristo muy llagado y tan devota que, en mirándola, toda me turbó de verle tal, porque representaba bien lo que pasó por nosotros. Fue tanto lo que sentí de lo mal que había agradecido aquellas llagas, que el corazón me parece se me partía, y arrojéme cabe Él con grandísimo derramamiento de lágrimas, suplicándole me fortaleciese ya de una vez para no ofenderle».

Diálogo entre palabra e imagen

La muestra está concebida como un diálogo entre palabra e imagen, conjugando dos sistemas representativos y dos lenguajes artísticos, diferentes pero complementarios. Asimismo, el discurso se articula en torno a ciertos conceptos clave en la obra de santa Teresa, tales como LasMoradas, las Luces y sombras, el Silencio y el vacío, y la Mística, que sirven como pretexto para presentar las obras. De hecho, cada uno de estos conceptos se corresponde con una sala, que intenta establecer, de manera directa o indirecta, un diálogo entre santa Teresa y el arte conceptual contemporáneo.

Durante el recorrido, hay una interpelación permanente desde el silencio, la escucha y la contemplación del misterio, que santa Teresa descubre en la revelación cristiana, desde la cual se proyecta a dialogar con todos los hombres de la tierra que buscan respuestas a las preguntas de sentido.

Unidos con la trascendencia

Así, en la sala correspondiente a Las Moradas, las obras hacen referencia a espacios y lugares más o menos concretos, desde una óptica constructiva y arquitectónica. En el espacio reservado a las Luces y las sombras, predominan piezas que reflejan, de manera muy evidente, un cierto claroscuro cromático, reflejando esa convivencia entre la oscuridad y la claridad que tanto remarcó santa Teresa en sus escritos. En cuanto al Vacío y el silencio, encontramos creaciones con un nexo muy explícito, como es el concepto del espacio, de la ausencia de espacio y de la palabra frente al silencio. Finalmente, en la sala que alberga la Mística encontramos trabajos que hacen referencia a santa Teresa de una manera más directa, centrándose en su persona y en su profunda religiosidad. Y será en esta misma sala donde, como broche de la exposición, ocupando el último lugar, la obra de Cosme nos sitúe de pleno frente al espacialismo, a la ruptura de este espacio que nos religa con el sentimiento religioso; una ruptura que nos lleva a la trascendencia y nos aleja del nihilismo.