«Hay países esclavos de la droga» - Alfa y Omega

«Hay países esclavos de la droga»

El Papa ha mostrado su gran preocupación por el avance de la droga en América Latina y, concretamente en su Argentina natal, en una entrevista publicada el martes por la revista de una villa miseria de Buenos Aires, La Carcova news

Cristina Sánchez Aguilar
Jóvenes en una villa miseria del distrito de Buenos Aires

«Hay países que ya son esclavos de la droga», dice el Papa sin tapujos en la entrevista. Aunque Francisco reconoce que, lo que de verdad le preocupa, «es el triunfalismo de los traficantes. Esta gente ya canta victoria, han vencido, han triunfado. Hay países donde todo está bajo el dominio de la droga». El problema va en aumento en el continente latinoamericano. Argentina, «hace 25 años, era lugar de paso. Ya ahora se consume. No tengo la certeza, pero creo que también se fabrica».

Dar un hogar a los hijos

La prevención es fundamental. El Papa recuerda a los habitantes de la Cárcova, una villa miseria a las afueras de Buenos Aires, que lo más importante que deben dar a sus hijos «es la pertenencia a un hogar. Y esto se da con amor, con cariño, con tiempo, llevándolos de la mano, escuchándolos, jugando con ellos, dándoles lo que necesitan en cada momento para su crecimiento, y dándoles lugar para que se expresen». Si uno no juega con sus hijos, «le priva de la dimensión de la gratuidad», señala. Pero lo más importante «es darles la fe. Me duele mucho cuando encuentro chicos que no saben hacerse la señal de la cruz».

Las relaciones virtuales

Ante la preocupación del entrevistador por los jóvenes, que, influenciados por las modas, se relacionan con los demás a través de las nuevas tecnologías más que de una forma interpersonal, el Papa afirma que «lo deseable es la relación en el tiempo y en el contacto con las personas». Y señala que «el peligro que corremos es el de tener una capacidad de información muy grande que puede llevar a convertir a los jóvenes en jóvenes-museo, que están muy bien informados, pero ¿qué hacen con la información?» El Papa recuerda que «la manera de ser fecundo en la vida no pasa por acumular información o mantener comunicaciones virtuales, sino por cambiar lo concreto de la existencia».

¿La periferia es la villa?

«Cuando hablo de periferia, hablo de límites», responde ante la pregunta de si sus periferias son lugares como las villas miseria. «Normalmente nos movemos en espacios que controlamos. A medida que salimos del centro, descubrimos nuevas posiciones», explica. También hay periferias de pensamiento: «Puedes tener un pensamiento muy armado, pero cuando te enfrentas a alguien que está fuera, tiene que buscar las razones del tuyo, empiezas a discutir y te enriqueces desde la periferia del pensamiento del otro».

¿Es posible el cambio?

«Toda persona puede cambiar, incluso las muy probadas», algo que no cataloga de optimismo, sino de certeza en la persona y en la fuerza del Espíritu Santo, «que va cambiando la conciencia. Los hijos de Dios metemos la pata a cada rato, nos equivocamos, pecamos, pero cuando pedimos perdón, Él siempre nos perdona». Y pone como ejemplo a personas «tiradas en la existencia de la vida, que hoy día se han casado y tienen su hogar».