«La última tabla de salvación que nos ofrece Jesús» - Alfa y Omega

«La última tabla de salvación que nos ofrece Jesús»

El sábado 15 de octubre se celebra en la catedral de la Almudena, de Madrid, el quinto Encuentro Nacional de la Divina Misericordia. El acto tiene lugar poco después del II Congreso Mundial de la Divina Misericordia, celebrado en Cracovia, donde los obispos participantes han pedido, por carta, al Papa que permita la apertura de la Causa para que santa Faustina Kowalska sea proclamada Doctora de la Iglesia

Enrique García Romero

Santa Faustina, que recibió la misión de difundir la devoción a la Divina Misericordia, podría ser la cuarta Doctora de la Iglesia, después de santa Teresa de Ávila, santa Catalina de Siena y santa Teresa de Lisieux.

Los obispos y cardenales que han participado en el congreso mundial -celebrado del 1 al 5 de octubre en el santuario de Cracovia-Lagiewniki- han señalado que la proclamación de santa Faustina Kowalska como Doctora de la Iglesia ayudaría a promover en todo el mundo el mensaje de la misericordia divina.

Según el rector del santuario de la Divina Misericordia en Madrid, don Diego Martínez Linares, la santa polaca es una maestra espiritual que recibió, directamente de Jesucristo, una doctrina espiritual: «Fue una mujer sin estudios teológicos, pero sus escritos son de una claridad y precisión tremendas, y no tienen ni un error teológico, lo cual sólo se entiende porque recibió una gracia sobrenatural».

Una bocanada de consuelo

En España, se han celebrado hasta ahora cuatro Encuentros nacionales de la Divina Misericordia, tres en Zaragoza (2007, 2008 y 2009) y otro en Santiago de Compostela (2010), promovidos por la responsable del movimiento de la Divina Misericordia en San Sebastián, doña María del Carmen Alcoz. A partir de ahora, el encuentro nacional se va a celebrar cada año en una diócesis donde haya movimiento de la Divina Misericordia.

El padre Diego Martínez explica que el objetivo del Encuentro es «mantener el contacto entre todos los grupos -que somos muchos y dispersos-; rezar juntos, conocernos y dar a conocer la devoción a la Divina Misericordia». También explica que el mensaje que recibió santa Faustina es «una bocanada de consuelo ante el caos moral, espiritual y familiar que vivimos. Jesús nos ofrece la última tabla de salvación. Es como si nos dijera: A pesar de todo, os sigo amando y os perdono. Es un mensaje válido para todos, pues todos necesitamos de la misericordia divina; pero es necesario volver la mirada a ella y querer ser perdonados».

El Encuentro nacional tendrá lugar en Madrid, el próximo sábado 15 de octubre. Comenzará a las 14 h., en la explanada de la catedral de la Almudena, de donde partirá una procesión con estandartes hacia el templo. A las 14:45 h., habrá exposición del Santísimo Sacramento; a las 15 h. (Hora de la misericordia), rezo del vía crucis, y media hora después está previsto el rezo de la Coronilla de la Divina Misericordia y una predicación sobre esta devoción; a las 16:30 h., los participantes rezarán el Rosario; a las 17 h., consagrarán el mundo a la Divina Misericordia y se reservará el Santísimo Sacramento; y a las 17:30 h., el cardenal arzobispo de Madrid, don Antonio María Rouco Varela, celebrará la Misa solemne en la catedral. Finalmente, los fieles podrán venerar una reliquia de santa Faustina Kowalska.

Otro objetivo del Encuentro nacional es dar gracias a Dios por el santuario diocesano de la Divina Misericordia, ubicado en el barrio madrileño de San Blas. Fue constituido canónicamente como santuario hace dos años, después de haber promovido la devoción a la Divina Misericordia durante ocho años.

El mensaje que recibió santa Faustina

Dios confió a santa Faustina Kowalska (1905-1938), religiosa de la Congregación de las Hermanas de la Madre de Dios de la Misericordia, la misión de difundir un mensaje: «Te envío -le dijo Jesucristo- a toda la Humanidad con Mi misericordia. No quiero castigar a la Humanidad doliente, sino que deseo sanarla, abrazarla a Mi Corazón Misericordioso» (Diario, p. 1588). «Tú eres la secretaria de Mi misericordia; te he escogido para este cargo, en ésta y en la vida futura (Diario, p. 1605), (…) para que des a conocer a las almas la gran misericordia que tengo con ellas, y que las invites a confiar en el abismo de Mi misericordia» (Diario, p. 1567).

La misión de sor Faustina consistió en recordar una verdad de la fe, conocida desde siempre pero olvidada, sobre el amor misericordioso de Dios al hombre, y en transmitir nuevas formas de culto a la Divina Misericordia, cuya práctica ha de llevar a la renovación religiosa en el espíritu de confianza y misericordia cristianas.

Su Diario es un impresionante relato de su vida interior y de lo que Dios le fue comunicando; un testimonio de fe y amor inquebrantables, y de confianza total en la infinita misericordia de Dios. Jesucristo dijo a santa Faustina: «La Humanidad no encontrará paz hasta que no se dirija con confianza a la misericordia divina» (Diario, p. 132). El Beato Juan Pablo II dijo, al canonizar a santa Faustina, en el año 2000: «La luz de la misericordia divina, que el Señor quiso volver a entregar al mundo mediante el carisma de sor Faustina, iluminará el camino de los hombres del tercer milenio». Juan Pablo II instituyó la fiesta de la Divina Misericordia, que se celebra el Segundo Domingo de Pascua, fecha en la que el Señor quiso también llamarlo a la Casa del Padre.