Nuestra historia va «en paralelo a la de la pobreza extrema en Madrid» - Alfa y Omega

Nuestra historia va «en paralelo a la de la pobreza extrema en Madrid»

El albergue San Martín de Porres abrió sus puertas en 1962 para atender a las personas sin hogar de la capital madrileña. 53 años después continúan con su labor y lo hacen, además de con el albergue, con una residencia, pisos de acogida, centros de día, programas de empleo, programas de salud mental… «Seguimos comprometidos» contra la pobreza «proponiendo nuevos modelos y proyectos que no sólo pretenden mejorar la calidad de vida y el futuro de las personas que atendemos diariamente; estamos comprometidos en la lucha contra la exclusión social y la denuncia de las causas que originan la misma»

José Calderero de Aldecoa

Corría el año 1962 cuando el albergue San Martín de Porres echaba a andar. Jurídicamente no se formalizó su existencia hasta 5 años después pero a los dominicos, junto al padre Ángel Manzaneque Romero, les urgían los pobres.

«La historia del albergue y, por ende, de la fundación, sigue un curso paralelo a la historia de la pobreza extrema en Madrid y a los cambios que se van produciendo en la estructura social y política del país», aseguran desde la fundación.

Por eso, entre los primeros usuarios, personas que malvivían en las calles de la capital, había algunos excombatientes republicanos de la guerra civil y algunas otras víctimas de la contienda que asoló nuestro país. «A éstos se sumaron un creciente número de personas, generalmente varones, que provenían de los sectores más empobrecidos del éxodo rural hacía las ciudades que se iniciaba por aquel entonces», explican.

Misma labor, distintos proyectos

Hoy, 53 años después, siguen atendiendo a los pobres y lo hacen a través de un gran número de proyectos. Además del albergue, la Fundación San Martín de Porres también cuenta con una mini residencia de 12 plazas en la que no sólo se da cobijo a las personas sin hogar, sino que se trabaja con ellas con el objetivo de mejorar su autonomía personal y social. Un centro de día y varios pisos de acogida completan los servicios de alojamiento que ofrecen.

La fundación de los dominicos también trabaja en el campo del empleo. Y lo hace con dos objetivos: mejorar la capacitación técnica de las personas sin hogar y hacer de intermediario entre éstos y las posibles empresas contratantes. Para ello, además de todos los cursos disponibles, cuentan con dos empresas de inserción, un taller artesanal y un centro especial de empleo.

El último proyecto en sumarse a los servicios que ofrece la fundación es el de salud mental, que nace en 2007 y que está dividido en dos: El Centro de Día y Soporte Social Distrito Centro Las Letras y el Equipo de Apoyo Social Comunitario Centro.

Comprometidos con la lucha

Hace 53 años comenzó un proyecto de acogida a los excluidos y hoy «seguimos comprometidos» en ella «proponiendo nuevos modelos y proyectos que no sólo pretenden mejorar la calidad de vida y el futuro de las personas que atendemos diariamente; estamos comprometidos en la lucha contra la exclusión social y la denuncia de las causas que originan la misma».

La presencia de la orden de predicadores en el albergue «se sustenta en una opción clara por los pobres y desfavorecidos, a través de la acogida a las personas sin techo, conviviendo y compartiendo con ellos la vida, sus angustias y sus esperanzas».