El niño maltratado que ahora es el mejor alumno de clase - Alfa y Omega

El niño maltratado que ahora es el mejor alumno de clase

El pequeño Abu ha vuelto a sonreír. Rescatado por los salesianos de las palizas de su padre en Freetown (Sierra Leona), ante la policía solo salieron de su boca cuatro palabras: Abu, su nombre; 8 años, su edad, y un sí a la pregunta de si iba a la escuela. Pasó varias semanas junto a otros niños en parecidas circunstancias a las suyas en Don Bosco Fambul antes de ser reintegrado con su madre. Ahora, además de sonreír, es el alumno más destacado de su curso

Redacción

El pasado 22 de abril, en una llamada al Childline de Don Bosco Fambul (número 323 de atención a la infancia, gratuito y anónimo para toda Sierra Leona) «un hombre denunciaba que su vecino estaba golpeando con un cinturón de manera reiterada y brutal a un niño, Abu, y que éste lloraba y gritaba de dolor y por las heridas», explican desde Misiones Salesianas. Inmediatamente se puso en marcha el dispositivo para salvar al menor: «primero se contacta con la policía, después se hace una llamada al denunciante para corroborar la versión y obtener más datos y luego se realiza un desplazamiento urgente con un educador social al lugar donde se encuentra el menor».

Al llegar a la comisaría, el director de Don Bosco Fambul encontró a Abu «con una camiseta que le llegaba hasta las rodillas, descalzo, con la mirada perdida y con sudores fríos. Apenas acertaba a decir su nombre y a mostrar las heridas, aún en carne viva, y las cicatrices por todo el cuerpo de palizas anteriores». La Policía otorgó la potestad sobre el menor a Don Bosco Fambul y detuvo al padre.

El viaje de regreso a Don Bosco Fambul «lo realizó en silencio y sin prestar atención a nada en concreto. Abu seguía tan asustado como dolorido y ni tan siquiera la lectura de un cuento le hizo cambiar la cara». Tras lavarse, una primera cura de sus heridas y recibir ropa limpia, «su rostro empezó a cambiar».

Esa misma tarde, Abu ya era uno más entre los niños llegados a Don Bosco Fambul por circunstancias parecidas a las suyas. Tuvo que recibir muchas curas hasta sanar sus heridas físicas y pasar unas semanas en los salesianos para superar el dolor interno, pero desde que volvió con su madre biológica «la felicidad volvió a su vida hasta el punto de destacar y convertirse en el mejor alumno de su curso».

La violencia y los abusos a la orden del día

Don Bosco Fambul recoge a niños de la calle mediante un programa que les permite vivir y retomar los estudios en el centro salesiano mientras los educadores sociales buscan a sus familias y los preparan para la reintegración.

Los niños tienen todas las atenciones cubiertas (comida tres veces al día, higiene, salud y educación), pero los salesianos son conscientes de que el ambiente más propicio para los menores es su familia biológica y, en caso de no ser posible, su familia extendida.

El caso de Abu es uno más de los que llegan cada semana a Don Bosco Fambul por diferentes canales: una llamada del hospital, de la policía, a través del Childline o simplemente recogido directamente de la calle en las salidas que realiza el autobús del programa de niños de la calle.

Los misioneros reconocen que «la violencia está tan normalizada por la brutal guerra que sufrió Sierra Leona, que los casos que atendemos no son más que la punta del iceberg de una situación que sólo la educación puede solucionar con las generaciones de los más pequeños, que son quienes ahora más la sufren».

Misiones Salesianas / Redacción