Obispos de Venezuela: la Constituyente es «inconstitucional y dañina» - Alfa y Omega

Obispos de Venezuela: la Constituyente es «inconstitucional y dañina»

La Conferencia Episcopal de Venezuela denuncia que la Asamblea Nacional Constituyente será un instrumento parcial y sesgado. Pero, si se celebra, debe ser sin violencia

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Los obispos venezolanos han reiterado este viernes su rechazo a la Asamblea Nacional Constituyente, que consideran «inconstitucional, innecesaria, inconveniente y dañina». Dos días antes de las elecciones que el domingo elegirán a sus miembros, recuerdan que«Dios no hizo la muerte ni se recrea en la destrucción de los vivientes», por lo que, a pesar de sus críticas, piden que si el proceso sigue adelante al menos «se desarrolle sin violencia». «La represión desmedida genera mayor violencia», recuerdan. Reproducimos a continuación los puntos literales del texto de los obispos:

1.- Faltando pocas horas para las elecciones de la Asamblea Nacional Constituyente, la Presidencia de la Conferencia Episcopal Venezolana reitera su rechazo a esa iniciativa, por considerarla inconstitucional, pero además, innecesaria, inconveniente y dañina para el pueblo venezolano. En efecto: no ha sido convocada por el pueblo, tiene bases comiciales inaceptables, y en ella estarán representados solo los partidarios del oficialismo. Será un instrumento parcializado y sesgado que no resolverá, sino agravará los agudos problemas del alto costo de la vida, la escasez de alimentos y medicamentos que sufre el pueblo, y ahondará y empeorará la profunda crisis política que padecemos actualmente.

2.- Vivimos horas difíciles cargadas de incertidumbres y contradicciones, lo que en otras latitudes es expresión normal de la ciudadanía, entre nosotros se convierte en enfrentamientos de creciente intensidad y con un ventajismo desgarrador: efectivos militares y policiales, y grupos civiles armados afectos al Gobierno, obran coordinadamente atropellando al pueblo que manifiesta su descontento y su rechazo a la asamblea constituyente.

3.- Una vez más alzamos nuestras voces contra la violencia, venga de donde venga. Es preciso que si se da ese proceso, que no apoyamos, se desarrolle sin violencia. La violencia no puede ser nunca la forma de solucionar los conflictos sociales que se agravan día a día en nuestra sociedad venezolana. La represión desmedida con saldo de heridos, muertos y detenidos genera mayor violencia.

4.- Queremos recordarle a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), responsable en estos días con el Plan República, que su primera obligación es con el pueblo y está llamada constitucionalmente a defender la vida de todos los ciudadanos, sin distingos de ninguna clase ni parcializaciones políticas. Los hechos del día de ayer no parece que vayan en esa línea; por tanto, que en estos momentos de tensión no sea la irracionalidad y la fuerza bruta la que pretenda solucionar el reclamo de buena parte de la sociedad.

5.- El papel primario de la FANB es mantener la paz y el orden para que la racionalidad y el actuar de las partes en conflicto tienda puentes que superen el caos en el que estamos sumidos. No aumentemos más el sufrimiento y la angustia de tanta gente que quiere vivir en paz, que se escuche y respete su voz de protesta y se encuentren caminos de entendimiento y bien para todos. Como nos dice el Papa Francisco «el conflicto no puede ser ignorado o disimulado. Ha de ser asumido. Pero si quedamos atrapados en él, perdemos perspectivas, los horizontes se limitan y la realidad misma queda fragmentada» (EG 226).

7.-Desde el fondo de nuestro corazón y como expresión de fraternidad surgen dos expresiones muy humanas y cristianas: un no matarás física o moralmente en forma de violencia y represión que generan muertos, heridos y encarcelados; y un cultiva la vida en medio del pueblo por la solidaridad que comparte el pan, el medicamento, la vida en común, la verdad que enaltece, el bien que nos hace mejores, la fe que siembra esperanza.

8.- Que el Señor y la Virgen de Coromoto bendigan a Venezuela y que los venezolanos podamos resolver nuestros conflictos de manera pacífica. Amén.

Conferencia Episcopal Venezolana