60 personas sin hogar se encuentran con el Sagrado Corazón en Paray-le-Monial - Alfa y Omega

60 personas sin hogar se encuentran con el Sagrado Corazón en Paray-le-Monial

Testimonios, enseñanzas del sacerdote y escritor Jacques Philippe y ratos de adoración y alabanza han permitido a 130 personas sin hogar y voluntarios encontrarse y compartir experiencias del 18 al 23 de julio en la Borgoña. Allí ha estado María Brunet, una voluntaria que ultima el lanzamiento en Madrid de Proyecto Lázaro, una iniciativa en la que los sintecho comparten piso con voluntarios

María Martínez López
Foto: María Brunet

El Proyecto Lázaro, que promueve la convivencia en pisos de personas sin hogar con voluntarios, ha recibido estos días un fuerte impulso de cara a su llegada a España. Según María Brunet, una de las voluntarias de esta iniciativa, «tenemos un piso que nos cedió un matrimonio durante varios años y ya hay tres voluntarias viviendo en él. También nos han alquilado a un precio muy razonable dos plantas de su casa de Madrid las religiosas pasionistas. Ahora las estamos amueblando, y buscando cuatro voluntarias más».

Las personas sin hogar, que en estos dos casos serán mujeres, no pueden llegar hasta que Proyecto Lázaro esté inscrito como asociación en el Ministerio de Justicia. Este último requisito se podría completar en los próximos días.

También en familias y parroquias

Sin embargo, no es a esto a lo que María se refiere cuando habla de un impulso, sino a su participación en el encuentro de 130 personas sin hogar y voluntarios que se celebró en Paray-le-Monial (Francia) del 18 al 23 de julio, dentro de las sesiones de cinco días que la Comunidad del Emmanuel organiza durante todo el verano en esta localidad de la Borgoña.

Proyecto Lázaro organiza con frecuencia estas peregrinaciones y convivencias voluntarias en distintos santuarios, porque parte de la premisa de que lo más importante que se puede transmitir a las personas sin hogar «es el amor de Dios». En el encuentro de Paray-le-Monial, además, han participado miembros de Captives y los Hogares de San José, dos iniciativas similares a Lázaro pero en las que quienes abren sus puertas a los sin hogar son, respectivamente, parroquias y familias.

Foto: María Brunet

Una cruz llevada con dignidad

Las 130 personas que viajaban bajo el paraguas de Proyecto Lázaro, y de las cuales la mita venía de una situación de falta de hogar, han tenido el privilegio de recibir las enseñanzas sobre la misericordia, la confianza y la oración del sacerdote francés Jacques Philippe, autor de libros como La paz interior. Y todo ello, en un marco más que apropiado. No en vano Paray-le-Monial es el lugar donde el Sagrado Corazón de Jesús se reveló a santa Margarita María de Alacoque y se le mostró como «ese Corazón que tanto ha amado a los hombres».

Compartiendo los ratos de formación, alabanza, testimonios, adoración y paseos, «he visto la realidad tan bonita del contacto con estas personas maravillosas, que tienen una sencillez y una dignidad impresionantes, a pesar de que cada uno lleva su cruz. Había alguno que lo pasaba mal porque veía que recaía en la bebida y no quería. Pero lo contaba con una autenticidad preciosa».

Uno de los momentos más especiales para María fue cuando, en el grupo de seis personas con las que compartía siempre, «cada uno compartió lo que le dolía o lo que le pedía al Señor, y todos aportábamos algunas palabras sobre esa situación», iluminadas también por la Escritura. «A mí me tocó de lleno, y a los demás también, ver cómo la Palabra de Dios es viva» y habla a cada uno en su vida.

El amor, la mejor medicina

Durante estos días, María ha aprovechado además para plantear a los voluntarios todas las inquietudes que le surgían de cara a la puesta en marcha en España. «En general me dijeron que el trabajo con gente sin hogar da mucha alegría. Yo les preguntaba, por ejemplo, qué hacer ante casos de problemas psicológicos, porque nosotros no somos profesionales. Me respondieron que la mejor medicina que les podemos dar nosotros es la amistad y el amor, que puede llegar a transformarles. Un voluntario me habló de una persona que llegó a un piso fatal, totalmente desestructurada, y que ahora incluso se ha independizado y encontrado trabajo».

Esta voluntaria se ha vuelto a Madrid con otro regalo: el haber recibido la imposición de manos de todos los participantes, mientras intercedían por la puesta en marcha de Lázaro en España.

Más información de Lázaro España: info@hogareslazaro.org