Coles de Valencia abren sus puertas a niños sin recursos - Alfa y Omega

Coles de Valencia abren sus puertas a niños sin recursos

Siete colegios diocesanos de Valencia han abierto sus puertas esta semana, hasta el 11 de agosto, a cerca de un millar de niños procedentes de familias sin recursos. Con el lema Un verano diferente, atenderán a los niños por la mañana y les ofrecerán el desayuno y la comida

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
Foto: AVAN/V. Gutiérrez

La iniciativa surge del propio arzobispo de Valencia, el cardenal Antonio Cañizares, quien durante la clausura del pasado Año de la Misericordia pidió a los centros diocesanos que «abrieran sus puertas en los períodos vacacionales para, además de atender pedagógicamente, dar alimento a niños en edad escolar». De ahí surgió este proyecto que sacan adelante tanto los colegios diocesanos, que aportan las instalaciones, como la Universidad Católica de Valencia, que lo nutre de voluntarios, y Cáritas diocesana, que ha facilitado la financiación y ha realizado el seguimiento y las inscripciones de las familias que han accedido a él.

Juan Manuel Martínez, uno de los coordinadores de Un verano diferente en el colegio Natividad de Nuestra Señora, de la localidad de Burjassot, explica que esta propuesta aterriza «en una zona necesitada, en la que hay muchas familias que a los mejor no tienen para pagar la luz o el recibo de la comunidad, o cuyos padres trabajan en mercadillos, con ingresos inestables…».

Por eso, desde este lunes a las 9 de la mañana, el centro acoge cada día a cerca de 90 niños, «no solo para darles el desayuno y la comida, que está muy bien, sino para ofrecer también actividades educativas». Este estudiante de Historia del Arte, coordinador de jóvenes en Acción Católica General de la diócesis, explica que «durante estas semanas estamos haciendo «La vuelta al mundo en 25 días»: cada semana estará dedicada a un continente y habrá gimkanas y talleres con el objetivo de integrar en la multiculturalidad, porque al colegio están viniendo españoles, latinos, musulmanes… Es un proyecto asistencial porque les facilitamos el desayuno y la comida (el único requisito para participar es que durante el curso hayan disfrutado de una beca de comedor), pero tiene también un componente educativo muy bonito».

Estos días, los niños han podido participar en danzas africanas, han movido dragones gigantes como los de las fiestas de Asia, han competido en carreras de sacos saltando a modo de los canguros de Australia…, y también han decorado el colegio con banderas del continente de esta semana: Europa. «También es una buena oportunidad para que los niños cuenten lo que conocen de su lugar de origen y lo compartan con los demás», apostilla Juan Manuel.

Además, como en cualquier otro campamento o escuela de verano, hay tiempo para el deporte, los juegos de agua y otras actividades típicas de iniciativas similares. Además, los viernes se celebra la Eucaristía, a la que están también invitados los niños de otras religiones.

De momento, los primeros días están siendo un éxito, y hasta ha habido profesoras de los mismos colegios que han tenido que pagar una canguro para quedarse con sus hijos y que ellas pudiesen colaborar en esta iniciativa.

Juan Manuel explica también que durante estos primeros días «todo es nuevo para todos. Es como un primer día de colegio. No se han formado grupos y todos juegan con todos. Al final solo han llorado tres niños; teníamos miedo porque para muchos es la primera vez que pisan este centro, y hemos trabajado para orientarlos al llegar. Pero al final todo está yendo bien y fluye con normalidad».

Los ocho colegios que participan en la iniciativa han sido elegidos en zonas vulnerables donde hay un mayor riesgo de exclusión social entre su alumnado. Son los colegios Sant Roc, de Alcoi; San Antonio de Padua II, de Catarroja; Natividad de Nuestra Señora, de Burjassot; y Santiago Apóstol, San Juan Bosco, San Marcelino y Nuestra Señora de los Desamparados, todos de Valencia.