Georg Ratzinger habla sobre su hermano, el Papa

Se ha publicado, en Estados Unidos, la traducción al inglés de Mi hermano, el Papa, el libro-entrevista de monseñor Georg Ratzinger con el periodista alemán Michael Hesemann. La obra abarca toda la vida de los dos hermanos, desde su infancia en Baviera (Alemania), hasta la relación de Georg y Joseph después de que este último se convirtiera en Benedicto XVI. Con motivo del lanzamiento, la editorial, IgnatiusPress, ha lanzado un vídeo de diez minutos en el que el hermano del Papa responde a algunas preguntas sobre el contenido del libro. Sus palabras están ilustradas con fotos familiares.

Cuenta, por ejemplo, que la vocación de ambos se desarrolló y se fue haciendo cada vez más clara de forma tan continua que «no tuvimos que decirle nada a nuestros padres. Ellos sintieron que era el camino que queríamos recorrer». Sin embargo, sus estudios en el seminario se vieron interrumpidos por la Segunda Guerra Mundial, durante la cual los hermanos, como tantos otros jóvenes, fueron reclutados. «Después de la guerra, mi padre peregrinó a pie a [el santuario mariano de] Altoetting para agradecer a la Virgen su protección y que hubiéramos vuelto sanos y salvos».

Al concluir la guerra, se encontraron un seminario «derruido, sucio y destartalado. En esa época, cada soldado que volvía de la guerra tenía que demostrar que tenía trabajo, para asegurar que nadie estaba inactivo, sino que todos participaban en reconstruir el país, que estaba en gran parte destrozado». El Rector del seminario les propuso que su trabajo se realizara en el mismo seminario. «Allí había otros seminaristas, y fue algo bonito: volvimos a ver a nuestros amigos y teníamos un trabajo que disfrutábamos».

Sobre la carrera de su hermano, monseñor Ratzinger revela dos curiosas anécdotas. La primera es que fue un político socialdemócrata el primero en saber que Joseph Ratzinger iba a ser nombrado arzobispo de Munich: «Viajaba de Bonn a Ratisbona en el mismo compartimento que el Nuncio apostólico. Lo reconoció, e inmediatamente vio claro para qué iba a Ratisbona».

Cuenta también que, después de haber sido elegido Papa, Benedicto XVI intentó comunicarse con él, pero su hermano no le cogió el teléfono. «Había dejado de contestar, porque sonaba continuamente y siempre eran periodistas. Cuando finalmente hablé con él, no había nada diferente, realmente nuestra relación fraterna no ha cambiado. Sólo era mi hermano, y hablábamos como siempre lo hemos hecho».

El vídeo de IgnatiusPress, en alemán con subtítulos en inglés, puede verse aquí: