Ecónomo de la diócesis de Córdoba: «Solo siendo transparentes seremos dignos de confianza» - Alfa y Omega

Ecónomo de la diócesis de Córdoba: «Solo siendo transparentes seremos dignos de confianza»

A un día para que concluya la campaña de la renta, en la que los contribuyentes tienen la opción de marcar la casilla de la Iglesia, José Luis Vidal, ecónomo de la diócesis de Córdoba, pone de manifiesto la fuerte apuesta de la comunidad eclesial por la rendición de cuentas. Su portal de transparencia es uno de los más exhaustivos de nuestro país

Fran Otero
José Luis Vidal es el primer ecónomo laico que tiene la diócesis de Córdoba. Foto: Roldán Serrano

¿Por qué es tan importante hoy la transparencia y la rendición de cuentas para la Iglesia?
Es importante resaltar el hecho de que la Iglesia es una comunidad de fe que formamos y sostenemos entre todos los católicos; son los fieles quienes ofrecen sus bienes para el sostenimiento de su Iglesia; esta implicación se llama corresponsabilidad. Los administradores de esa corriente enorme de generosidad estamos obligados a dar cuentas de manera clara y transparente. A través del portal de transparencia tratamos de hacer visible para quien lo desee nuestro organigrama y las cuentas de las principales instituciones diocesanas.

La transparencia aumenta la confianza de fieles y ciudadanos, ¿crece por ello la colaboración económica?
Estoy convencido de que es así, pero entiendo que la transparencia no debe ser un medio para obtener más recursos; la transparencia es un deber de los administradores de bienes eclesiásticos que, por pertenecer a la Iglesia, son de todos los que formamos parte de ella. Los católicos debemos saber cómo se gestionan los recursos de nuestra comunidad a cualquier nivel: diocesano, parroquial, asociativo, etc. Sí tenemos datos generales del número de declaraciones de IRPF que marcan la casilla de la Iglesia católica; desde que comenzó a funcionar el portal Xtantos y la CEE abanderó el camino de la transparencia, el crecimiento del número de declarantes ha sido evidente. Solo siendo transparentes, gestionando eficazmente y dando cuentas seremos dignos de merecer la confianza de quienes realizan sus aportaciones.

¿Cómo se controla y revisa la situación de cada entidad en una diócesis?
En Córdoba hay más de 230 parroquias, más de 600 hermandades y un buen número de asociaciones, fundaciones pías autónomas y movimientos. Todas ellas están bajo la vigilancia del ordinario diocesano y deben rendir cuentas. Nuestra primera medida ha sido la de unificar los procedimientos de rendición de cuentas estableciendo formatos oficiales de presentación; que permite una mayor agilidad pero, sobre todo, consolidar los datos de las instituciones del mismo tipo para ofrecerlas en nuestro portal. Ya se ofrecen los de las parroquias de la diócesis en su conjunto y ahora caminamos en el objetivo de ofrecer los estados contables de todas las asociaciones diocesanas, incluyendo las hermandades y cofradías y resto de movimientos; el dato de la labor realizada desde estos movimientos y asociaciones llamará la atención por ser reflejo de una actividad eclesial ingente y que es poco conocida.

¿Tienen algún reglamento que deben cumplir todas ellas?
Todas las entidades están obligadas a rendir cuentas por las disposiciones del derecho canónico; no obstante, siguiendo el ejemplo y recomendaciones de la CEE, estamos en la fase final para la aprobación de una serie de normas particulares diocesanas relacionados con los asuntos económicos; uno de ellos será el reglamento que regulará la rendición de cuentas.

¿Cuentan con algún manual de buenas prácticas?
Por ejemplo, un manual sobre administración de bienes, sobre inversiones financieras –sobre criterios que seguir y determinación de inversiones no permitidas– o el citado sobre rendición de cuentas. Además, se establecerán criterios que seguir en determinadas materias de cara a prevenir el blanqueo de capitales. Están pendientes de la aprobación definitiva por el obispo.

¿Alguna medida más?
Desde hace años venimos auditando las cuentas diocesanas por una consultoría externa y seguiremos haciéndolo; esta auditoría comprende a las instituciones más importantes. Además, publicamos cuantos convenios se firman con instituciones públicas recibiendo subvenciones con fines determinados; junto a ellos, hacemos públicas todas las facturas correspondientes al proyecto subvencionado; la ley nos obliga a esto a partir de 100.000 euros pero entendemos que es un ejercicio más transparente hacerlo cualquiera que sea la cantidad recibida.

¿Dónde se ponen el objetivo ahora mismo?
A corto y medio plazo, que todas las instituciones cumplan con su obligación de rendición de cuentas, que todos estos datos pueden ser publicados con transparencia y, desde mi punto de vista, procurar la colaboración de los laicos en la administración de los bienes eclesiásticos de las parroquias y demás instituciones; es mucho lo que los laicos pueden aportar en este campo y aportarlo es un ejemplo nítido de lo que debemos entender por corresponsabilidad.