«La gente ha comprobado que la situación de nuestro centro no se corresponde» con las acusaciones - Alfa y Omega

«La gente ha comprobado que la situación de nuestro centro no se corresponde» con las acusaciones

En el centro de menores Nuestra Señora de la Resurrección, de Segorbe, «no tenemos nada que ocultar», afirman las terciarias capuchinas. El 9 de mayo, la Consejería de Igualdad y Políticas Inclusivas de la Generalidad Valenciana sacó de este centro a los 18 menores que vivían en él

María Martínez López
Regina del Peral (izquierda) con los trabajadores del centro La Resurrección durante una rueda de prensa. Foto: Domenech Castelló

Las terciarias capuchinas responsables del centro de menores Nuestra Señora de la Resurrección, en Segorbe, no salían de su asombro cuando el día 8 de mayo, sin previo aviso, recibieron una llamada de la Consejería de Igualdad y Políticas Inclusivas, anunciándoles que al día siguiente se sacaría del centro a los 18 menores que vivían en él.

En diversas comparecencias posteriores, la consejera y también vicepresidenta de la Generalidad Valenciana, Mónica Oltra, alegó problemas que se detectaron en una inspección realizada a finales de enero y principios de febrero. Pero las religiosas «ya habíamos contestado dentro de plazo a todas y cada una de las alegaciones», explicando en un escrito, el 2 de mayo, cómo se habían subsanado, afirma Regina del Peral, coordinadora de los centros de menores que esta congregación tiene en toda España.

«Por lo que ha dicho la vicepresidenta Oltra, hemos deducido que hay denuncias de los menores y de algunos de sus padres», tal vez incitados por un extrabajador con el que tuvieron un conflicto laboral. Pero, más allá de lo declarado por Oltra, desconocen el contenido de estas denuncias.

Denuncias sin contrastar

Desde la congregación religiosa, lamentan la precipitación y unilateralidad con la que se ha llevado a cabo todo el proceso. «Siempre hay que escuchar a los niños, pero luego se debe contrastar esa información –subraya la coordinadora, que además ha sido funcionaria hasta 2015–. Llamar al responsable, decir: «Mira, nos está llegando esto, necesitamos que esto mejore…». Pero, ¿llevarse a los niños de un día para otro, después de 90 días desde la inspección? No tiene sentido».

Entre estos primeros fallos detectados por la inspección, figuraban problemas del edificio, como que una sala de juegos estaba al lado de la sala en la que estaba la caldera, y que en seguida se trasladó. Otro problema son las supuestas duchas frías que había recibido un menor, según consta en el diario interno del centro. «Un niño había entrado en crisis, y empezó a autolesionarse. Una educadora le dio una ducha templada, con agua más fría que con la que se duchan normalmente. Fue una expresión desafortunada –lamenta Del Peral–. El niño se relajó, le pidió un abrazo y un cuento, y se durmió».

La vicepresidenta valenciana también alegó que, en el centro, se le daba a los menores comida caducada. No era así, según Del Peral. «Las grandes superficies ofrecen a los ayuntamientos productos de corta duración», es decir, a los que les quedan pocos días para caducar. En Segorbe, el Ayuntamiento no tenía infraestructura para almacenarlos, y sugirió que se ofrecieran a La Resurrección. «Naturalmente, se consumían antes de que caducaran».

Jornada de puertas abiertas en el centro La Resurrección, de las terciarias capuchinas. Foto: EFE/Domenech Castelló

Un acoso que ya de sobreseyó

Días después del traslado de los niños, Oltra sumó otra acusación en sus declaraciones públicas: que el centro no había denunciado un caso de acoso sexual a una menor por parte de educador. El trabajador estuvo en contacto por WhatsApp y quedó con la menor durante las vacaciones, «cuando ella estaba con sus padres. Cuando la directora se enteró de lo ocurrido, actuó inmediatamente». Tras leer los mensajes con permiso de la menor, despidió al trabajador.

«Al día siguiente, dimos toda la información a los técnicos. La Consejería abrió un expediente informativo y pidieron el móvil de la chica para leer los mensajes. Lo sobreseyeron diciendo que se trataba de una conducta inadecuada» pero no se apreciaban indicios de delito. Sin embargo, después la chica contó a sus profesoras del instituto que, además, el educador le había amenazado con expresiones soeces, y estas lo denunciaron. «Si hubiéramos tenido nosotras esa información también lo habríamos hecho», asegura Del Peral.

«Nosotras no tenemos nada que ocultar. Esto es un pueblo, todos nos conocemos. Incluso hemos invitado al presidente y la vicepresidenta para que vengan. El día 25 de mayo, hicimos una jornada de puertas abiertas y la gente ha comprobado que la situación real no se corresponde» con las acusaciones.

Altercado durante el traslado

Por el momento, los 18 menores que residían en Nuestra Señora de la Resurrección se encuentran repartidos entre distintos centros de menores, algunos de las terciarias capuchinas. La Fiscalía de Menores está investigando además un altercado entre una monitora que acompañaba a los menores en el traslado desde Segorbe hasta sus nuevos centros, y uno de los chicos, que se negó a subir al autobús porque quería quedarse en el centro de Segorbe.