«Cuanta gente se acerca a una parroquia buscando paz y respeto y encuentra luchas internas» - Alfa y Omega

«Cuanta gente se acerca a una parroquia buscando paz y respeto y encuentra luchas internas»

RV
Foto: REUTERS/L’Osservatore Romano

«Que nuestra actitud ante todos –cristianos y no cristianos– sea una actitud de dulzura y de respeto, porque el Espíritu Santo actúa así con nosotros: con dulzura y respeto», lo dijo el Papa Francisco en su visita pastoral a la Parroquia romana de San Pedro Damián en los Montes de San Pablo, en Casal Bernocchi, barrio ubicado en la periferia sur de Roma, en la localidad de Acilia.

En su décimo quinta visita a una parroquia de su diócesis, el Santo Padre, llegó alrededor de las 3:30 de la tarde del tercer domingo de mayo a esta Parroquia romana, donde encontró a un grupo de niños y jóvenes que participan en el catecismo, durante el encuentro el Pontífice respondió a algunas de las preguntas formuladas por los más pequeños.

Luego se trasladó a los ambientes de la parroquia donde saludó a los enfermos, a los miembros del Camino Neocatecumenal y a los pobres que son asistidos por la Caritas. Sucesivamente, confesó a algunos fieles y presidió la celebración de la Santa Misa.

En su homilía el Santo Padre recordó las palabras de Jesús a sus discípulos en la Última Cena. A ellos, el Maestro les pide observar los mandamientos y les promete que les enviará el Espíritu Santo. «Yo pediré al Padre y Él les dará otro Paráclito –paráclito, significa abogado– otro abogado, para que permanezca con ustedes por siempre: el Espíritu de Verdad. Y el Espíritu Santo está en cada uno de nosotros y nosotros lo hemos recibido en el bautismo, lo hemos recibido de Jesús y del Padre». Por ello, agregó el Papa, debemos custodiar con la oración el Espíritu Santo que está en nosotros.

El lenguaje de los cristianos que custodian el Espíritu Santo que nos ha sido donado, precisó el Obispo de Roma, es un lenguaje especial, es el lenguaje de la dulzura y del respeto. Y esto nos puede ayudar a pensar como es nuestra actitud como cristianos. «El lenguaje del Espíritu Santo es dulce, y la Iglesia lo llama el dulce huésped del alma, porque Él es dulce y nos da la dulzura. Y respeto. Siempre respeta a los demás. Nos enseña a respetar a los demás. Y el diablo, que sabe cómo debilitarnos en el servicio a Dios, y también como debilitarnos en la custodia del Espíritu Santo que está dentro de nosotros, hará de todo para que nuestro lenguaje no sea dulce y no sea de respeto, incluso dentro de las comunidades cristianas».

Recordando sus palabras antes de la oración mariana del Regina Coeli, el Papa Francisco dijo que, «cuanta gente se acerca a una parroquia buscando la paz, el respeto, la dulzura y encuentra luchas internas entre los fieles. En vez de la dulzura y el respeto, encuentra las habladurías, las calumnias, las competiciones de unos contra otros. Encuentra no ese perfume de incienso, sino de habladurías. Y luego dice: si estos son cristianos, prefiero ser pagano. Y se va decepcionado».

Antes de concluir su homilía, el Santo Padre animó a la comunidad de Casal Bernocchi a custodiar el Espíritu Santo con dulzura y con respeto. «Tal vez hoy les hará bien cuando vayan a saludar a la Virgen, mirar un poco hacia abajo y ver aquella lengua de la serpiente y decir a la Virgen: Virgen, sálvame, no quiero ser así. Yo quiero custodiar el Espíritu Santo como tú lo has cuidado».

Renato Martinez / RV