Histórica visita del Patriarca ruso a Polonia - Alfa y Omega

Histórica visita del Patriarca ruso a Polonia

El Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa, Cirilo I visitará en agosto Polonia y mantendrá un encuentro con el Presidente de la Conferencia Episcopal Polaca. Es un gesto ecuménico de primera magnitud, habida cuenta de la histórica animadversión entre las dos naciones. También la Iglesia Ortodoxa de Serbia, muy cercana a Moscú, está protagonizando gestos significativos de acercamiento a los católicos. El Patriarca Ireneo se ha mostrado partidario de una visita de Benedicto XVI en 2012, con motivo del XVII centenario de la promulgación del Edicto de Milán

María Martínez López

Polonia vivirá, del 16 al 19 de agosto, un acontecimiento histórico para el cristianismo y para Europa: la visita del Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa, Cirilo I. Además de reunirse con los ortodoxos del país y con el autoridades políticas, uno de los principales motivos del viaje, y sin duda el más esperado, será el encuentro con el Presidente de la Conferencia Episcopal Polaca, monseñor Jozef Michalik. Juntos, los dos pastores firmarán un mensaje conjunto dirigido a los miembros de sus respectivas Iglesias.

Monseñor Michalik ha manifestado su «gran esperanza» sobre el encuentro, y ha explicado que el mensaje tratará sobre «la perspectiva de una hermandad más profunda entre los fieles cristianos de ambos pueblos», enfrentados secularmente por motivos políticos y religiosos. La firma del documento -ha añadido- es «un gesto valiente de obediencia» de las dos Iglesias «a las palabras de Jesús sobre el deber de ser hermanos».

La paz nacerá en Katyn

Un mes antes del comienzo de la visita, el pasado 16 de julio, el Patriarca Cirilo visitó Katyn, en la región de Smolensk, lugar de la masacre, a manos de los soviéticos, de 22.000 militares e intelectuales polacos durante la II Guerra Mundial. Aunque no se trataba de su primera visita a este lugar -fue arzobispo de Smolensk, y también la visitó como Patriarca en 2010-, en esta ocasión manifestó, ante miles de peregrinos rusos y una delegación polaca, su creencia de que «probablemente, desde este lugar comience una nueva era en las relaciones entre Rusia y Polonia, a través de la comprensión de la tragedia y los sacrificios comunes».

Katyn -añadió- «es una tumba común para los rusos y los polacos, un lugar de luto compartido, de sentimientos profundos compartidos. Nada acerca más que el sufrimiento común, si se entiende como común».

Unidad en torno a Constantino

También la Iglesia Ortodoxa Serbia -muy próxima a la rusa- está dando pasos de acercamiento a los católicos. Su Patriarca, Ireneo, se ha pronunciado a favor de invitar al Papa al país con motivo de la celebración, en 2013, del XVII centenario de la promulgación del Edicto de Milán, que estableció la libertad de culto en el Imperio romano. El emperador Constantino, que lo promulgó, era originario de la ciudad de Nis, en el actual territorio de Serbia. Las celebraciones de este hecho podrían ser el marco en el que se encontraran por primera vez, fuera de Rusia y del Vaticano, Benedicto XVI y Cirilo I. Sin embargo, es difícil que tanto la visita como el encuentro lleguen a producirse, pues el Patriarca serbio no cuenta con el consenso unánime de los obispos ni el apoyo de los fieles para hacer oficial la invitación al Santo Padre.

Visita al enemigo

La principal fuente de fricción entre la Iglesia Ortodoxa Serbia y la Católica es el conflicto con la vecina Croacia, de mayoría católica, y enemiga en la Guerra de los Balcanes. Con todo, el pasado junio el Patriarca Ireneo y todo el Sínodo de la Iglesia Ortodoxa Serbia, visitaron Croacia con el pretexto de inaugurar una escuela secundaria ortodoxa. Durante la visita, Ireneo afirmó que «es hora de que nosotros, los cristianos, nos acerquemos mutuamente, comprendamos la gran verdad que el cristianismo nos presenta y que en función de ella edifiquemos la vida y la convivencia con otros… para que desaparezcan esas guerras, luchas, los desacuerdos y antagonismos entre los seres humanos».