Scripta: Salamanca muestra sus joyas en la Biblioteca Nacional - Alfa y Omega

Scripta: Salamanca muestra sus joyas en la Biblioteca Nacional

La Universidad que fundó la primera biblioteca española conmemora sus 800 años de existencia

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Manuscrito del siglo XI del Liber Canticorum et horarum Siglo XI, Universidad de Salamanca

Han pasado casi 800 años desde aquel otoño de 1218 en el que Alfonso IX ordenó que se creasen «Escuelas en Salamanca», dando así lugar a la fundación de una de las primeras universidades de Europa. Ahora, la Biblioteca Nacional de España conmemora este acontecimiento con Scripta. Tesoros manuscritos de la Universidad de Salamanca, una exposición que recorre la historia del libro manuscrito en nuestro país. La muestra exhibe 23 piezas, desde códices medievales visigóticos, del siglo XI y XII, hasta manuscritos coetáneos de la imprenta, que datan del XVI.

«Es un recorrido por la historia de los manuscritos, una historia de 500 años», explica la comisaria Margarita Becedas. Tanto la selección como el tamaño de la muestra está pensada para acercarse a todos los públicos, para que se puedan detener en cada una de las piezas que la componen y disfrutarlas. «Es una muestra breve e intensa. Queremos que los visitantes puedan ver que los manuscritos son un mundo en sí mismo», continúa.

Si hay algo que caracteriza a esta exposición es la variedad. En Scripta se dan cita tanto «manuscritos hermosos, finos y elegantes» como «textos que tienen un valor intrínseco más allá de su apariencia», señala Becedas. Además, el contenido de las obras expuestas también muestra grandes diferencias: en una misma sala se encuentran joyas de la literatura, como una copia del Libro de buen amor del Arcipreste de Hita, y documentos burocráticos de la corte de Alfonso X el Sabio. Todas las piezas pertenecen a la Biblioteca Histórica de la Universidad de Salamanca, la más antigua España, y es la primera vez que se exponen fuera de ella.

Para Luis Alberto de Cuenca, Presidente del Real Patronato de la BNE, «estos bellos manuscritos nos hablan del lenguaje y de la escritura, de los cielos y de la tierra, nos muestran la evolución de la técnica en la preservación de la memoria y nos permiten reconocer ochocientos años de historia de una manera poco habitual». Además, señala que lo que une a todas las obras expuestas es que son «claves para el desarrollo humanístico y científico no solo de nuestro país sino también de la cultura occidental».

La exposición, que se podrá ver desde el 4 de mayo hasta el 4 de junio, se estructura en cuatro momentos de la historia del libro. En primer lugar, se encuentran los códices del siglo XI y XII copiados en ámbitos monásticos. Después, los manuscritos confeccionados en talleres urbanos. De ahí, la muestra pasa a dar protagonismo a las obras escritas en lengua romance, que sirvió de vehículo para la literatura y el conocimiento científico. El recorrido termina en el siglo XVI, en el momento en que los manuscritos convivían con la imprenta. De este tiempo se exponen tanto obras humildes como otras fastuosas dedicadas a reyes.

Bruno Pardo Porto / ABC