Educación integral, de calidad e innovadora - Alfa y Omega

Educación integral, de calidad e innovadora

Colaborador

La Iglesia católica se reinventó a sí misma tras el Concilio Vaticano II y ha ido dando frutos a lo largo de estos 50 años. En nuestro país, en la educación católica, la realidad de las instituciones religiosas titulares de centros educativos, el descenso de vocaciones, el progresivo aumento de la edad media de religiosas y religiosos, y la necesaria adaptación a las nuevas corrientes pedagógicas, a los nuevos modos de gestión y sostenibilidad económica, unidas a la exhortación constante de la Iglesia a seguir siendo escuelas evangelizadoras significativas en medio del mundo, hizo que personas como el padre Santiago Martín Jiménez, religioso jesuita, secretario general de la Federación Española de Religiosos de la Enseñanza (FERE) entre los años 1977 y 1993, hombre comprometido con la enseñanza y visionario, iniciara un camino de discernimiento y creación que dio como resultado el nacimiento de la primera fundación de escuelas católicas: la Fundación Educación Católica. Corría el año 1992 y la Asamblea General de FERE acababa de acordar la creación de dicha institución, como fundación canónica privada de ámbito estatal, erigida por decreto de la Conferencia Episcopal Española.

Y esta primera fundación cumple este curso 25 años de vida, de servicio y de liderazgo en el ámbito educativo. En estos años la fundación ha crecido, ha ido marcando un estilo nuevo, diferente y unidiverso a la hora de gestionar centros educativos provenientes de diferentes carismas, ha ido consolidando una propuesta pedagógica que en la actualidad está a la vanguardia de la innovación, ha ido actualizando y reinventando una propuesta evangelizadora global que está hoy entre las más importantes y valoradas, además de contar con una propuesta de sostenibilidad y gestión económica y jurídica moderna, transparente y solvente.

La Fundación Educación Católica nació por acuerdo de los superiores provinciales, para que cualquier centro educativo católico que viera amenazado su futuro por diferentes motivos, allí donde estuviera, pudiera seguir ofreciendo su servicio educativo y evangelizador como parte de la misión de la Iglesia católica. En una sociedad como la española, ha sido desde sus orígenes, y lo es en la actualidad, un referente de la importancia y del papel que los laicos tienen en la Iglesia, de modo especial en el mundo educativo.

En la actualidad, tiene 17.000 alumnos y una plantilla de 1.600 educadores, de los que un 99,8 % son laicos. El Patronato, el Comité de Dirección, los equipos directivos de los 21 centros educativos y sus claustros y personal de administración y servicios, hacen posible un proyecto educativo institucional que salvaguarda la razón primera para que los colegios católicos nacieron: evangelizar mediante una educación integral, de calidad e innovadora, y educar mediante una evangelización comprometida, provocadora y alegre.

Un presente prometedor, llamado a seguir dando frutos en los próximos años. Un ejemplo más de que es posible mantener vivos los valores evangélicos y carismáticos en la escuela católica y en el mundo, de mano de los laicos al servicio de la sociedad y de la Iglesia.

Teresa Romo
Secretaria ejecutiva de Fundación Educación Católica