Nolan ya está con Dios, esperando a su madre mientras juega - Alfa y Omega

Nolan ya está con Dios, esperando a su madre mientras juega

Pedro J Rabadán
Foto: Facebook Nolan Strong

Con esta son ya una docena de veces que he mirado esta foto y he leído la conversación entre sus protagonistas. Como en la primera, siento un nudo en la garganta que me impide pronunciar palabra sin que se entrecorte la voz. Pero es de esas historias que te reconfortan con el ser humano. Y ese beso: él muy enfermo, con los efectos de la quimioterapia visibles, y la madre, con un gesto de amor infinito en una cara agónica y sufriente por ver que se le va lo que más quiere. Ruth ha querido compartir sus últimas palabras con Nolan, su pequeño de 4 años que el pasado 1 de febrero ponía rumbo —seguro— al cielo.

Los médicos acababan de comunicar a Ruth que los tumores se extendían por los bronquios y el corazón. El cáncer ya no era tratable. Acto seguido, fue a hablar con su hijo a la habitación del hospital y, cabeza sobre cabeza, dialogaron:

Ruth: ¿Te duele al respirar, no es cierto?

Nolan: Buuuuueno…, sí.

R.: ¿Tienes mucho dolor?

N.: (Mirando hacia abajo) Sí.

R.: Este asunto del cáncer apesta. No tienes que luchar más.

N.: ¿No tengo que luchar más? [con felicidad]. ¡Pero lo haré por ti, mamá!

R.: ¡No! ¿Es lo que estás haciendo? ¿Luchas por mamá?

N.: Bueno…, sí.

R.: Nolan Ray, ¿cuál es el trabajo de mamá?

N.: ¡Mantenerme a salvo! [con gran sonrisa]

R.: Cariño, ya no puedo hacer eso aquí. La única manera de mantenerte a salvo es en el cielo.

N.: ¡Entonces, me iré al cielo y jugaré hasta que llegues! ¿Vendrás, no?

R.: ¡Absolutamente! ¡No puedes deshacerte de mamá tan fácilmente!

N.: Gracias mamá. ¡Iré a jugar con Hunter, Brylee y Henry!

Horas más tarde, Ruth fue un momento al aseo. Al volver su hijo se había colapsado y entrado en sueño profundo. Aún así, con su último aliento, abrió los ojos y dijo: «Te amo, mamá». Cerró los ojos y falleció mientras su madre le susurraba al oído la canción You are my sunshine.

Ha tardado dos meses en armarse de valor para compartir en Facebook la historia y reclamar más ayuda e investigación contra el cáncer. Se ha hecho viral. Por el infinito amor de una madre para con su hijo, por la lucha del pequeño más allá de sus fuerzas para contentar a su madre, por la naturalidad con la que Nolan aborda su muerte, y por la fe de un niño en el cielo, donde sabe le espera la felicidad. Ya lo dijo Jesús: «Dejad que los niños se acerquen a mí». Nolan ya está con Él, esperando a su madre mientras juega con sus amigos.