La Iglesia se moviliza contra la siniestralidad laboral: «Ni una muerte más» - Alfa y Omega

La Iglesia se moviliza contra la siniestralidad laboral: «Ni una muerte más»

La Iglesia se moviliza contra la siniestralidad laboral (cerca de 500 muertes en España solo en 2016). «La dimensión social de la fe es tan importante como la litúrgica o la catequética», afirma el director de Pastoral Obrera de la CEE, Juan Fernández de la Cueva

Ricardo Benjumea
Entierro de Roberto Calviño, minero leonés fallecido en un accidente laboral en 2015. Foto: EFE/J. Casares

El 28 de abril se celebra el Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo, y en varias diócesis españolas hay previstos actos o se han celebrado ya acciones en las últimas semanas en denuncia de la siniestralidad laboral. España está a la cabeza de Europa, con cerca de medio millón de accidentes laborales en 2016, de los que más de 3.500 fueron graves y 476, mortales. La situación ha empeorado con la crisis, debido al aumento de la precariedad en el trabajo.

En Madrid la Delegación Diocesana de Pastoral del Trabajo ha organizado una Misa la tarde del jueves con testimonios de trabajadores que han sufrido accidentes laborales. A su término, saldrá una manifestación hacia la glorieta de Atocha, con la pancarta El trabajo es para la vida. Ni una muerte más.

El delegado diocesano es Juan Fernández de la Cueva, también director del director del Departamento de Pastoral Obrera de la Conferencia Episcopal Española, que pide «más inspectores» y «más medios a disposición de los jueves y fiscales» para garantizar el cumplimiento de las obligaciones en materia de prevención de riesgos laborales. Fernández de la Cueva alude también a la indefensión de las familias cuando tienen que litigar con empresas, mientras los procesos se extienden indefinidamente, sin poder cobrar las indemnizaciones correspondientes.

Tampoco ayuda la situación de los sindicatos como resultado de la reforma laboral, que los ha dejado «muy debilitados». El desprestigio de las organizaciones sindicales por «la corrupción» y porque «no han sabido o podido atender a los más débiles de los trabajadores, los parados» es otra de las razones de la indefensión de los trabajadores. A esto Juan Fernández une «el miedo a que despidan por defender tus derechos» y «la cultura neoliberal del individualismo» –el sálvese quien pueda–, junto a la mentalidad derrotista que ha asumido que «es imposible cambiar la economía, porque esto es lo que hay».

Responsabilidad por omisión

La Iglesia tiene igualmente una parte de responsabilidad. «La dimensión social de la fe no tiene casi vigencia en la práctica ordinaria de las diócesis», señala el director de Pastoral Obrera de la CEE. En el magisterio de los últimos Papas y del episcopado español «tenemos muchos textos» contra la violación de derechos en el trabajo, pero en la práctica «la doctrina social no es valorada como una concreción del Evangelio en el terreno social, sino más bien como una cosa particular nuestra, similar a la devoción a un santo». Pero «la dimensión social de la fe es tan importante como la litúrgica o la catequética», resalta.

Trabajo en red, con los sindicatos… y con los parados

Una parte importante del trabajo de la pastoral obrera es «trabajar en contacto» con otras áreas pastorales, y «visitar parroquias y arciprestazgos», sensibilizando sobre estas cuestiones. A nivel más práctico se trata de «coordinar el trabajo de los distintos movimientos que tienen que ver con la pastoral de trabajo», como Hermandades, Equipos Parroquiales de Pastoral Obrera (EPPOS), HOAC y JOC, o a los Religiosos y Religiosas en Barrios.

También hay contacto permanente con sindicatos y con el mundo de la empresa. Sin olvidar a las personas que no tienen trabajo, a las que la pastoral del trabajo no puede dejar de lado. Como ejemplo, Juan Fernández de la Cueva alude al Foro de Parados en Acción puesto en marcha en Madrid, «un espacio donde los parados hablan entre ellos, pero sobre todo se sienten estimulados a decir: “hemos perdido el trabajo, pero no la dignidad”».