Negación. Buen cine jurídico en recuerdo de la Soah - Alfa y Omega

Negación. Buen cine jurídico en recuerdo de la Soah

Juan Orellana
Escena de 'Negación'
Deborah Lipstadt y su abogado, Richard Rampton, durante el juicio por las acusaciones de ella sobre el negacionismo. Foto: BBC Films

El veterano director de cine y televisión Mick Jackson, que saltó a la fama hace 25 años con El guardaespaldas, afronta un proyecto ambicioso que lleva a la pantalla un hecho real ocurrido hace un par de décadas. La historiadora norteamericana Deborah E. Lipstadt (Rachel Weisz) denunció en su obra The growing assault on truth and memory —publicada en 1994— la existencia de periodistas e historiadores de distintas nacionalidades que afirmaban que el plan nazi de exterminio judío, incluidas las cámaras de gas, eran una invención propagandística. Los acusó de negacionistas y arremetió contra ellos en su libro, señalándoles como mentirosos e historiadores fraudulentos. Uno de los aludidos, el británico David Irving (Timoty Spall), autor de una devota biografía de Hitler, se querelló en 1996 contra ella y contra la Penguin Books por difamación. La defensa de Deborah la asumió un famoso abogado, Richard Rampton (Tom Wilkinson), formado en la Universidad de Oxford. Comenzó entonces en Londres un juicio decisivo en el que, como telón de fondo, se juzgaba el Holocausto.

La película muestra un sutil ejercicio de práctica jurídica, perfectamente traducido al lenguaje cinematográfico. Contrapone de forma inteligente el mundo de las emociones, que tiene sus propias reglas, y el mundo preciso y minucioso de la técnica judicial. Lipstadt, en el centro del huracán, vive dividida entre ambos polos, y ese es el núcleo de su conflicto dramático.

Sin maniqueísmos

A pesar de todas las servidumbres típicas del subgénero de juicios —largos parlamentos, muchas escenas de interiores, secuencias casi teatrales—, el director consigue dotar al filme de frescura y dinamismo, limitando al máximo las escenas en la sala de vistas, y dando más espacio a los momentos preparatorios, a tramas colaterales —por ejemplo, los encuentros de Lipstadt con la comunidad judía o con supervivientes de Auschwitz—, visitas al campo de concentración, etc. Pero quizá la clave del éxito está en la interpretación actoral, ya que a la indiscutible maestría de la Weisz, se añade la capacidad de Timoty Spall de humanizar a su personaje para evitar maniqueísmos, y el acierto de Tom Wilkinson en la contención de su personaje. Sugerente también la música del maestro Howard Shore, responsable de la banda sonora de Spotlight o la saga de El Hobbit.

Lo más interesante del filme es el maridaje que se establece entre derecho y ética, cómo se evidencian sus mutuas relaciones, y cómo muestra esto sin caer en un aburrido ejercicio didactista, por otra parte tan poco cinematográfico. Parece que para hacer justicia particular en este mundo, a menudo hay que renunciar a la justicia universal. Por eso muchos supervivientes de Auschwitz se sintieron humillados por este proceso judicial, que paradójicamente, trataba de restaurar su dignidad.

Negación
Director:

Mick Jackson

País:

Reino Unido

Año:

2016

Género:

Drama

Público:

Todos los públicos

Cartel de 'Negación'