La alegría se comparte - Alfa y Omega

La alegría se comparte

Muchas personas no pudieron ir a Roma, pero no se resignaron a seguir la beatificación solas, en casa y por televisión. En varias ciudades de España, se organizaron encuentros para seguir la Misa en comunidad. Los movimientos y nuevas realidades eclesiales vivieron la beatificación de Juan Pablo II con especial entusiasmo. El caso más llamativo fue el de Comunión y Liberación, ya que la beatificación coincidió con sus ejercicios anuales, que culminaron, el domingo, con la Eucaristía de la Plaza de San Pedro

Jorge Fernández

El primero de los hijos de Juan María y Laura se llama Juan Pablo. Como ellos, son multitud las personas, ya en la treintena, en cuyas vidas ha ocupado un lugar central el Papa Wojtyla. Por distintos motivos, no pudieron estar el domingo en Roma, pero eso no les impidió celebrar la beatificación como se merecía, en comunidad.

En Madrid, la organización de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) organizó una retransmisión en directo, a través de dos pantallas colocadas en la plaza situada frente a la parroquia del Buen Suceso. Asistieron alrededor de 600 personas. El momento más emocionante se vivió a las 10:37, cuando el Papa proclamaba Beato a Juan Pablo II. Todos rompieron en un aplauso, al grito de ¡Juan Pablo II, te quiere todo el mundo!

La Misa tuvo un seguimiento parecido en ciudades como Zaragoza, Palencia o Ávila. En Granada, se celebró en la víspera una Vigilia de oración en la Colegiata de los Santos Justo y Pastor, iglesia de referencia para los jóvenes universitarios. El lema fue Verdad y libertad en Juan Pablo II. El estudiante de Medicina Álvaro Vázquez, de 23 años, dio testimonio de lo que supuso para él conocer a Juan Pablo II, cuando tenía doce años. Le siguió la exposición del Santísimo, y, el Oficio de Lecturas, cantado por las Hermanitas del Cordero. Tras la Vigilia, se compartió una chocolatada.

Ejercicios espirituales de Comunión y Liberación

Los movimientos y nuevas realidades eclesiales estuvieron masivamente presentes en la Plaza de San Pedro, pero quienes de sus miembros se quedaron en España organizaron diversas iniciativas para seguir la Eucaristía en comunidad. A menudo, se trató sólo de pequeños grupos. O de grupos medianos, como el que reunió a decenas de personas a lo largo de todo el fin de semana en la parroquia de Santa María Micaela, sede del Secretariado diocesano de Madrid del Movimiento de Cursillos de Cristiandad.

Desde Ávila, más de 1.100 personas estaban siguiendo desde el viernes los Ejercicios espirituales anuales de la Fraternidad de Comunión y Liberación, en conexión con todas las comunidades internacionales de CL y con Milán, desde donde dirigió los Ejercicios el Presidente de la Fraternidad, el español don Julián Carrón. La coincidencia con la beatificación motivó que estos Ejercicios concluyeran en la tarde del sábado. Los 26.000 participantes en Milán pudieron viajar a Roma. A los asistentes al Palacio de Congresos de Ávila se les invitó a seguir juntos desde allí la Misa del domingo. Aprovecharon la Vigilia para prepararse. Se proyectaron vídeos sobre Juan Pablo II, de quien el responsable de Comunión y Liberación en España, don Ignacio Carbajosa, hizo una semblanza, incidiendo en su percepción sobre el papel que debían jugar los movimientos en la Iglesia. En particular —explicó—, Juan Pablo II ayudó a don Luigi Giussani, fundador de CL, a hacer prosperar, bajo el amparo de la Iglesia, su intuición de un método que procurara el diálogo de los cristianos con la cultura de su tiempo y con el corazón del hombre.

El domingo por la mañana, el silencio y el recogimiento de los Ejercicios había dejado ya paso completamente a la alegría de la beatificación. Don Gabriel Richi, profesor de la Facultad de Teología San Dámaso, explicó el sentido de la ceremonia, y por qué también los allí presentes podían considerarse protagonistas del proceso de beatificación, ya que éstos son impulsados por la fama de santidad que el pueblo de Dios reconoce a uno de sus miembros. La Iglesia, con la beatificación, propone a todos mirar en esa persona a un ideal de vida cristiana cumplida. Tras la retransmisión, como colofón, se cantó el lema de los Templarios compuesto por san Bernardo de Claraval: Non nobis, Domine, sino nomine tuo da gloriam (No a nosotros, Señor, sino a tu nombre da la gloria).

Misas de acción de gracias

Desde el pasado lunes y en los próximos días, van a sucederse distintas celebraciones de la Eucaristía en las diócesis españolas, en acción de gracias por la beatificación de Juan Pablo II, tal como autoriza el Decreto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos del pasado 2 de abril, en el que se regula el culto litúrgico reservado al Beato Juan Pablo II. Anoche celebró la Misa en la basílica del Pilar el arzobispo de Zaragoza, monseñor Ureña. Y el 13 de mayo, viernes, fiesta de la Virgen de Fátima, el cardenal Rouco presidirá, a las 19 horas, una Misa de acción de gracias en la catedral de la Almudena, que consagró Juan Pablo II durante su Visita a Madrid de 1993. También ese día, a las 20 horas, en la parroquia de San Miguel, en Palma de Mallorca, monseñor Jesús Murgui bendecirá una capilla dedicada a Juan Pablo II, la primera en toda Europa. El día de la dedicación de la capilla coincidirá con el 30 aniversario del atentado que sufrió el Beato en la Plaza de San Pedro.

El domingo día 15, monseñor Asenjo, arzobispo hispalense, presidirá una Misa de acción de gracias, a las 20 horas, en Sevilla, otra ciudad especialmente unida a la memoria de Juan Pablo II. Como también lo está Ávila. Tres días después, el 18 de mayo, está previsto allí un Día de Acción de Gracias por la beatificación, con diversos actos desde las 18 horas, con la proyección de Testimonio, película sobre la vida del Pontífice, en el Auditorio Caja de Ávila. A las 20 horas, el obispo diocesano, monseñor Jesús García Burillo presidirá la Eucaristía en la iglesia episcopal de San Ignacio.

Jorge Fernández