La diócesis de Oviedo pondrá en marcha un nuevo Centro de Orientación Familiar - Alfa y Omega

La diócesis de Oviedo pondrá en marcha un nuevo Centro de Orientación Familiar

Agencia SIC

En su mensaje para la Jornada de las Comunicaciones Sociales, centrado este año en la familia titulado: Comunicar la familia: ambiente privilegiado del encuentro en la gratuidad del amor, y presentado en vísperas de la festividad de San Francisco de Sales, patrono de los periodistas, el Papa Francisco afirma: «No existe la familia perfecta, pero no hay que tener miedo a la imperfección, a la fragilidad, ni siquiera a los conflictos; hay que aprender a afrontarlos de manera constructiva. Por eso, la familia en la que, con los propios límites y pecados, todos se quieren, se convierte en una escuela de perdón». Porque no existe la familia perfecta, ni existe una familia sin conflictos y malentendidos, es posible una intervención que ayude a sanar heridas cuando parece que en el seno mismo de la familia no es posible encontrar una solución.

Una de las alternativas es acudir a un Centro de Orientación Familiar (COF), donde psicólogos, médicos orientadores y otros especialistas pueden ayudar a encontrar salidas para matrimonios o familias en crisis.

«La familia más hermosa, protagonista y no problema –escribe el Papa–, es la que sabe comunicar, partiendo del testimonio, la belleza y la riqueza de la relación entre hombre y mujer, y entre padres e hijos».

Se trata de una realidad que lleva funcionando, con éxito y con frutos, en muchas diócesis españolas desde hace años. Son los Centros de Orientación Familiar, coloquialmente llamados COF. En Asturias, hasta ahora, ha funcionado uno, dirigido por un sacerdote diocesano, que ha ido acompañando a familias y parejas con dificultades que acudían hasta él en busca de ayuda, recomendados, generalmente, por párrocos y personas de confianza.

Con el tiempo y la creación de un equipo de Pastoral Familiar, se ha decidido ampliar esta realidad tan necesaria, constituyendo un COF formado por médicos y especialistas en diferentes materias, siempre voluntarios, pero con un compromiso claro de ayuda a la familia.

Tal y como explica el Delegado de Pastoral Familiar, «la Iglesia hoy tiene un reto ante la familia. No se trata de hacer solamente familias cristianas, sino de apostar por la familia como un gran valor en la sociedad, como el lugar donde se construyen los ciudadanos y se les educa en las virtudes sociales. La Iglesia está llamada a cumplir un papel importantísimo en ese ámbito, al igual que Cáritas hace una labor enorme con los más necesitados, y que está reconocida por todos».

El director de este nuevo COF, cuya sede está aún por determinar, será el especialista en Psicología clínica José Luis Besteiro, profesor de la Universidad de Oviedo y con consulta en el Centro Médico de la ciudad. Besteiro, padre de cinco hijos, define un COF como una «unidad que se ocupa de atender a las familias, en sus problemas o dificultades, de una manera que es muy difícil encontrar esa atención en otro lugar hoy día. Y lo es porque el COF de la diócesis es un sitio evidentemente cristiano, y eso marcará la diferencia y la línea de actuación respecto a otras unidades que pueda haber de atención familiar. En el día a día del funcionamiento del COF diocesano intentaremos por todos los medios mantener el vínculo de los matrimonios, en la medida en que se pueda, y ayudar a los hijos en las ocasiones en las que el vínculo ya se haya roto. También está entre nuestras funciones ayudar a nacer a los hijos que están concebidos y cuyas madres han sido abandonadas y en otras circunstancias quizá no nacerían. Todo ello, desde el más claro humanismo cristiano».

Se trata de estructuras que la Iglesia propone ante la certeza de que la familia se encuentra en crisis en Occidente. «España es una clara manifestación de ello –afirma Besteiro–. Actualmente, se divorcian el 50 % de los matrimonios que se casan, lo que supone un quebranto social, individual y humano tremendo. En este momento en París el 75 % de los hogares son unipersonales, viven personas solas. Eso, desde el punto de vista de las psicopatologías es dramático, porque se consumen 700 veces más ansiolíticos que hace 10 años, y el 50 % de la población toma antidepresivos, y esta situación es tremenda, fruto, entre otras cosas –pues hay más factores–, de una desaparición de la familia como estructura tradicional».

«Cuando la familia desaparece –señala–, vienen dos problemas: el desarraigo, es decir, las personas pierden la base sobre la que se sustentan. Desarraigo geográfico (los niños pierden su hogar muchas veces), desarraigo emocional (se pierden las figuras de parentesco), y luego un quebranto económico tremendo. Las familias se empobrecen».

Todos estos factores acaban teniendo una serie de consecuencias, según explica el psicólogo clínico, especialmente para los niños: «Nosotros estructuramos la personalidad desde pequeños. Si desde pequeños te quitan la estructura familiar tradicional que te protegía, tendrás más probabilidades de tener alteraciones en la estructura de tu personalidad, con lo cual la vida adulta va a ser mucho más difícil».

Aunque aún quede un tiempo para que el proyecto del nuevo COF pueda ponerse en funcionamiento, Besteiro tiene ya una aproximación de las líneas de intervención: «Por un lado, una línea de asistencia. Tenemos la intención de asistir y ayudar a todas las familias que pidan ayuda para tratar de solucionar sus problemas de pareja. Hay estadísticas que afirman que el 70 % de las parejas que están en proceso de separación y que reciben asistencia solucionan sus problemas y nuestro objetivo es ese, tratar de ayudar para evitar que un vínculo como el matrimonio, beneficioso para la pareja y los niños, se rompa. Además, asistiremos a las familias que tengan dificultades con sus hijos, y en general procuraremos atender a todos aquellos que acudan a nosotros, y si no podemos ayudarles desde nuestro ámbito, al menos les orientaremos para que sepan a dónde acudir. Al mismo tiempo, el COF tendrá una dimensión formativa, y vinculada al matrimonio, con cursos para novios, para jóvenes, para casados, etc. Al mismo tiempo estaremos trabajando en contacto con el grupo de Vida de la Delegación de Familia».

En este sentido, Besteiro asegura que uno de los proyectos que desearían poner en marcha más adelante sería el conocido como «Proyecto Raquel», destinado a ayudar a madres con el Síndrome Post-aborto.

El personal que se encontrará al frente del nuevo COF diocesano será, además del psicólogo clínico José Luis Besteiro, «un psiquiatra y una médico», además de «otras personas que colaborarán, como el resto, de forma voluntaria». Una colaboración que supone un esfuerzo extra, pues todas las personas implicadas tienen sus trabajos personales y compromisos, pero, según Besteiro, «venimos a perder la vida ayudando a los demás en algo que hemos visto que provoca sufrimiento. Yo, por mi experiencia, sé el daño y las consecuencias que tienen en los hijos un divorcio. Eso no me lo puede negar nadie». Por eso «estamos convencidos de que si las cosas se hacen bien se pueden salvar muchos casos. Evidentemente, los casos extremos no tienen discusión. Pero sí en aquellos en los que es posible salvar mucho más que un matrimonio».