«Una Iglesia sin fronteras, madre de todos» - Alfa y Omega

«Una Iglesia sin fronteras, madre de todos»

Convocados una vez más por la Delegación Diocesana de Pastoral del Trabajo, iniciamos esta 6ª jornada con el lema que propone el Papa Francisco y nos adherimos a sus palabras: «Misión de la Iglesia, peregrina en la tierra y madre de todos, es a amar a Jesucristo, adorarlo y amarlo, especialmente en los más pobres y desamparados; entre éstos, están ciertamente los emigrantes y los refugiados, que intentan dejar atrás difíciles condiciones de vida y todo tipo de peligros» (Mensaje del Papa Francisco para esta Jornada 2015)

Colaborador

Nuestro Arzobispo Don Carlos nos recuerda que la Iglesia es Madre cuando reconoce la auténtica dignidad de la persona, del trabajo y de la creación de una cultura que responda a todos los interrogantes de la humanidad. Todo esto adquiere hoy un significado especial, un gran número de personas dejan sus lugares de origen y emprenden el arriesgado viaje de la esperanza con el equipaje lleno de deseos y temores, a la búsqueda de condiciones de vida más humana.

Siguiendo esta vocación de la Iglesia, la Delegación de Pastoral del Trabajo ha llamado a una convivencia de profundización sobre las condiciones del trabajo, tanto de emigrantes como autóctonos. Porque la justicia de una sociedad se mide por su forma de organizar el trabajo.

Hemos buscado a cuatro trabajadores para dar su testimonio: dos en paro y dos en trabajo precario, de los cuales dos son emigrantes y dos autóctonos.

Los testimonios han dicho

Una trabajadora de 50 años que llevaba 18 años trabajando la despiden sin pagar indemnización y con salarios pendientes. Fue representante sindical durante 5 años. Se siente engañada por la empresa pero su fe y su participación en grupos de reflexión le ayudan a perdonar tanto a la empresa como a los compañeros. Comparte también la experiencia de su hija becaria de 21 años en la que los empresarios se aprovechan, con jornadas laborales complicadas y sin vacaciones. Aunque tiene pareja, no puede plantearse la emancipación.

Un hermano emigrante de Cuba cobraba 15 euros al mes siendo ingeniero y necesitaba emigrar para ayudar a su familia. Encontró trabajo y, como suele pasar, cuando se es responsable, alguna persona encuentra algo para humillarle y tratarle mal. Aprovecharon la ocasión de una enfermedad para despedirle. Es indignante este abuso.

Una emigrante argentina de origen italiano decide junto a su marido conseguir su sueño, de regresar al país de sus padres, Italia. Llegan y no encuentran trabajo a pesar de tener su pasaporte y nacionalidad. Se ven obligados a venir a Madrid a casa de su cuñado para ver qué posibilidades laborales pueden encontrar. Aquí sin trabajo no tienen la documentación necesaria, y sin la documentación no pueden tener trabajo… Al fin Ana María consiguió trabajo después de dos meses y ha podido solucionar su situación legal y la de su esposo.

Los emigrantes trabajadores tienen que empezar a vivir con rutinas diferentes, nuevos horarios, espacios… iniciarse en el «círculo del parado»: hacer currículum, ir al INEM, mirar páginas web…, desinflar el currículum para poder acceder a un trabajo haciendo hincapié en su experiencia laboral.

Todos los testimonios tienen experiencias de injusticia, de rabia, de culpabilidad, al mismo tiempo que paciencia, apoyo, acompañamiento, cariño… Emociones a flor de piel.

Encuentran apoyo en la familia, en los grupos de parroquia, HOAC, foro de Parados en Acción.

Los testimonios piden a la Iglesia que denuncie las situaciones de injusticia donde la persona no es el centro. Que trabaje para cambiarlas y que anuncie la Buena Noticia sin miedo, concienciando al Mundo Obrero de que Dios está ahí y un cambio es posible. Que denuncie la pérdida de derechos laborales, el sistema económico corrupto que castiga a los que no tienen y premia a los que tienen más. Que la iglesia no funcione sólo como caridad asistencial, sino como familia y grupo humano de apoyo psicológico, de cursos de formación laboral, etc.

Respuestas del compartir en grupos:

Dificultades que encontraron los testimonios

• Encontrar condiciones legales para trabajar y vivir
• Falta de trabajo
• Situación de injusticia
• Encontrar vivienda
• No poder acreditar que se dispone de sueldo
• Incomprensión de la familia cuando no recibe dinero
• Poca acogida por parte de algunas personas
• Discriminación por raza, color, sin papeles
• Falta de recursos de formación
• Empleos precarios y sueldos bajos
• ¿Cómo hacer para defendernos de abusos en el trabajo?
• Encontrar apoyo psicológico cuando se llega a otro país
• Aprender a integrar el nuevo modo de vida
• Información para vivir legalmente
• Al llegar los emigrantes a España tienen poca referencia de la realidad, sueñan con llegar a otro país y con el tiempo sufren el fracaso
• Se dice que los parados producen más crisis
• Ir a una tierra que no se conoce. Lengua diferente
• Economía de los emigrantes que no tienen el “colchón” que tenemos otros
• Control de fronteras
• Falta de dignidad, soledad, desilusión, inseguridad ante lo nuevo, depresión, falta de información…
• Incomprensión de la sociedad
• Desvalorización de la persona
• Abandono de la sociedad a la suerte de cada individuo

Apoyos que encontraron

• Familia, parroquia, HOAC, foro parados en acción
• Acogida y fraternidad con quienes tienen otras creencias…
• Ofertas de trabajo que van llegando de algunas personas
• Confianza en Dios, fe
• Cooperativa para emigrantes
• Cursos que formen para un trabajo determinado
• Solidaridad, acogida, escucha, acompañamiento en la fe
• Pertenencia a algún grupo con posibilidad de ayuda psicológica
• Capacidad de superación
• Comprensión de un estilo nuevo de vida

Acciones a realizar en tu compromiso más cercano

• Tomar conciencia de que los emigrantes son personas, hijos de Dios y nos comportemos como tal
• Apuntarnos a la lucha social, colaborar y participar. Implicarnos en algunos organismos sociales a favor de los emigrantes
• Apoyar y acoger a toda persona que llega y orientarle en lo que necesite: cursos de formación, talleres, idioma…
• Comunicar confianza
• Compartir la propia experiencia con otras personas y lo poco que tengamos
• Crear espacios de encuentro donde cada uno pueda expresarse con sinceridad y confianza: foro de parados, parroquia, movimientos obreros… animarnos entre iguales
• «Círculo del silencio el primer viernes» en la Puerta del Sol. Protesta
• Reforzar el voluntariado, que sea más responsable. Sobre todo que los jóvenes se involucren
• Lucha por la igualdad
• Iglesia somos todos… Lo que no hagamos nosotros no lo hará nadie
• Estar atentos a los compañeros que son abucheados por caer mal a algún jefe de turno
• Proponer, ofertar lo que sabemos, para qué valemos
• Cercanía personal, escucha, apoyo de enseñanza personal y de su familia
• Apoyar con alimentos

Nos comprometemos

A hacer pequeños gestos cotidianos, como decir una palabra, un saludo, un «buenos días», una sonrisa que no nos cuesta nada… Estos gestos pueden dar esperanza, abrir caminos, cambiar la vida de una persona que vive en la invisibilidad, e incluso cambiar nuestras vidas en relación con la realidad que vivimos.

Madrid, 18 de enero de 2015

Pastoral del Trabajo Iglesia de Madrid