Jóvenes de Barcelona irán a pie hasta la JMJ de Lisboa para recaudar fondos para su parroquia
Recorrerán 1.276 kilómetros durante 40 días para encontrarse con el Papa y «testimoniar la alegría del amor de Dios allí por donde pasemos», dice el sacerdote que los acompaña
Cerca de 100 jóvenes de las parroquias de Sant Mateu y Sant Rafael, situadas en Barcelona, se han apuntado para participar en la Jornada Mundial de la Juventud de Lisboa, a donde esperan llegar no en avión, ni siquiera en autocar, sino a pie. 1.276 kilómetros y 40 días de camino, desde Barcelona hasta Lisboa, en los que los jóvenes «se sumergirán en la oración, la formación, la renuncia y la vida comunitaria, fortaleciendo su fe y preparándose para un encuentro transformador con el Papa Francisco», han explicado desde las parroquias.
Este lunes, 26 de junio, han completado la primera etapa de la peregrinación, que ha discurrido desde la ciudad condal hasta Castelldefels. 27 kilómetros que los chicos y chicas han recorrido en medio de una alegría desbordante. «La responsable de Cáritas Castelldefels me ha dado las gracias porque está acostumbrada a ver gente triste y preocupada y encontrarse las sonrisas y el agradecimiento de los jóvenes ha sido muy enriquecedor. “Es mucho más lo que nos dejan a nosotros, que lo que les hemos dado”, me ha dicho», explica Ferrán Lorda, párroco de Sant Rafael, en conversación con Alfa y Omega.
Según el sacerdote, este es precisamente uno de los objetivos de la caminata: «Testimoniar la alegría del amor de Dios allí por donde pasemos». La cruz que abre la comitiva, así como las camisetas que lucen los peregrinos, dan fe de ello. Por otro lado, «acudimos a la Misa diaria y hacemos una especie de catequesis itinerante, porque no puedes testimoniar al Señor si no lo llevas contigo».
Un auténtico garaje
La peregrinación, además, es un viaje solidario. El sacerdote y los jóvenes buscan fondos para poder sufragar la restauración de la capilla del antiguo Instituto mental que tienen cerca. «Nuestra parroquia es la más pobre de Barcelona. Es un auténtico garaje, pero delante tenemos la capilla, que es una iglesia neoclásica impresionante. El problema es que está en ruinas», lamenta Lorda. El barrio siempre ha querido recuperarla para el culto, pero al ser una zona de clase obrera «la gente no tiene fondos». Por ello, «llevamos varios años haciendo lío para conseguir el dinero y, la verdad, es que ya tenemos la mitad de lo que necesitamos. Tan solo nos falta el empujón final», reconoce el párroco.
Ahora, esperan conseguir lo que falta. «Hemos hecho unas tarjetas con un código QR que redirecciona a la gente a la página web del proyecto», para que puedan donar la cantidad que estimen oportuno. Los jóvenes, además, están a la búsqueda de patrocinadores que donen 1 euro por cada kilómetro recorrido. «La idea es generar un impacto para que las empresas y particulares puedan sumarse con sus donativos a la restauración».
El primer donativo —en el contexto de la peregrinación— llegó incluso antes de que los jóvenes empezaran a andar. Lo ingresó una mujer después de conocer el proyecto a través de la televisión. En concreto, a través de TRECE, que retransmitió este domingo la Misa de envío del cardenal Juan José Omella desde la iglesia de Sant Rafael y la colocación de la primera piedra de la restauración de la capilla. «Una señora de Cádiz vio la celebración por la televisión, se emocionó y nos donó 120 euros», agradece el sacerdote.
Está previsto que la obra empiece en septiembre y tenga una duración aproximada de dos años. «He dicho a los chicos que la primera piedra está ya puesta, pero que, en realidad, la primera piedra tiene que ser su corazón», concluye Ferrán Lorda.