1.000 hobbits recorren El Camino del Anillo - Alfa y Omega

1.000 hobbits recorren El Camino del Anillo

La iniciativa de la Fundación Laudato Si, que recrea el mundo de El Señor de los Anillos en la Sierra Norte de Madrid, cierra el año 2022 con éxito de peregrinos

Begoña Aragoneses
Un grupo de jóvenes recorre uno de los tramos de El Camino del Anillo. Foto: Camino del Anillo.

«Hace muchos siglos el anillo único fue destruido, pero hoy sigue habiendo otros anillos que te esclavizan». Para deshacerse de ellos, la Fundación Laudato Si, vinculada al Arzobispado de Madrid, desarrolla El Camino del Anillo, una peregrinación por la Sierra Norte de Madrid inspirada en El Señor de los Anillos. En este último año la han recorrido más de 1.000 personas. O hobbits, porque la ruta es una inmersión total en el mundo de J. R. R. Tolkien. Todos han sido acompañados por un equipo profesional de emprendedores locales y voluntarios (montaraces, en el lenguaje tolkiano) a lo largo de los 122 kilómetros del camino, dividido en ocho etapas. «Nació pensando en un plan de verano para jóvenes de parroquias, pero empezaron a llegar familias, luego grupos de amigos, colegios, universidades, después extranjeros…», explica Pablo Martínez de Anguita, director del proyecto. En este último caso tuvo mucho que ver que la revista National Geographic lo recomendara como uno de los dos únicos destinos turísticos de España para el verano de 2021.

A partir del mes de octubre del año pasado apostaron por adaptarse a una nueva demanda de planes de uno o dos días para aquellos grupos que no tienen la posibilidad de hacer la ruta completa. «Vamos a remolque de la realidad, y esto es emocionante». Cuando Tolkien empezó a escribir su obra maestra, cuenta Anguita, pensaba en una mitología, pero la revisión le reveló «una obra cristiana». Con El Camino del Anillo ha pasado igual. Se ideó como «una herramienta de desarrollo rural para zonas pobres de Madrid», favoreciendo el turismo y la conversión ecológica, pero se ha ido mostrando como una auténtica «peregrinación». «Ver a un tipo hecho y derecho, estadounidense, llorando como una Magdalena ante el Cristo de Torrelaguna te lleva a pensar que ahí ha surgido un camino de sanación».

Preparación al matrimonio

Precisamente esta pequeña localidad madrileña que hace las veces de Gondor ha despertado el deseo de desarrollar El Camino del Anillo también como preparación al matrimonio. En Torrelaguna fue donde santa María de la Cabeza y san Isidro se casaron, y así, por ejemplo, surgió una primera propuesta, el pasado 26 de noviembre: La senda de Faramir y Eowyn, un recorrido de 6,8 kilómetros entre El Berrueco (Hobitton) y Sieteiglesias que incluía un acompañamiento y charla sobre masculinidad, feminidad y amor conyugal. Junto a esto, se desarrollan otras actividades relacionadas con el mundo de Tolkien y la naturaleza. Tal es el caso de El manejo de las armas de la Tierra Media, prevista para el próximo 21 de enero en Puebla de la Sierra (Moria). Allí, un joven herrero que se ha instalado en una antigua fragua del siglo XVI enseñará cómo se forjan espadas al estilo antiguo, «igual que hacían los enanos en su ciudad de Moria». Para este 2023, El Camino del Anillo oferta un calendario de actividades que se pueden consultar en su web renovada (elcaminodelanillo.com): desde salidas de uno, dos y cuatro días (puentes) en la Pequeña Tierra Media, con explicaciones sobre Tolkien y la naturaleza, hasta conferencias sobre el sentido de la obra de Tolkien en Madrid o aprender pintura élfica.

Pensado para peregrinos de 3 a 99 años, El Camino del Anillo cuenta con su propia red de albergues y zonas de avituallamiento y comida. Así, la organización proporciona la manutención, el alojamiento y los traslados con una logística implementada el pasado verano para facilitar la experiencia a todo tipo de grupos. Y no cierra nunca, porque «la montaña es preciosa también en invierno», anima el director. Tanto, que ha habido grupos que incluso han hecho la ruta con raquetas de nieve. «El verano está bien porque hay vacaciones, pero la naturaleza está abierta todo el año».