De no poder oír un portazo a tocar para el Papa

Para este grupo de adolescentes de entre 13 y 21 años la tecnología y los avances médicos han creado un nuevo paradigma vital. Han pasado de no escuchar el ruido de un portazo o el claxon de un coche a apreciar el distinto trinar de los pájaros o el sonido de la lluvia cuando impacta en el suelo. Nacieron con una sordera profunda, pero gracias a una intervención quirúrgica en el hospital Sant Joan de Déu de Barcelona que les colocó un implante coclear en su oído interno, han logrado abrir su mente a un mundo nuevo de sonidos. Además, con mucha paciencia y esfuerzo, tras una infinidad de horas de rehabilitación y ensayos, han logrado incluso tocar un instrumento.

La doctora que los ha acompañado en esta mejora radical de su capacidad auditiva, María Antonia Clavería, exjefa de la sección de Hipoacusia y Centro de Implantes Auditivos del hospital Sant Joan de Déu de Barcelona, se dio cuenta «por separado de que todos tocaban un instrumento. Y pensó: “¿Por qué no los juntamos y formamos una orquesta?”», explica María José Gasso, presidenta de la Fundación GAES Solidaria. Cuando la otorrinolaringóloga le presentó el proyecto, la entidad sin ánimo de lucro que dirige lo abrazó sin pensárselo dos veces.

Así nació en 2019 la orquesta Graeme Clark, que debe su nombre al profesor con el mismo nombre que inventó el implante auditivo biónico coclear. Esta orquesta es solo «uno de los proyectos que tenemos en la fundación, que tiene como objetivo principal brindar oportunidades de desarrollo musical a niños y jóvenes con implantes cocleares». Su misión es demostrar el «potencial de las personas con implantes cocleares en el ámbito musical, así como promover la inclusión y la sensibilización sobre la tecnología auditiva», asegura Gasso.

En la embajada

Esta semana este vibrante grupo de doce músicos ha viajado hasta Roma para hacer realidad un sueño: tocar frente al Papa Francisco durante la audiencia general de este miércoles. «Para ellos es un sueño hecho realidad. Están muy emocionados e ilusionados», indica Gasso. La joven orquesta ha interpretado el popular tema We Are The Champions de Queen bajo la batuta de Jordi Cos, presidente de la Orquestra Simfònica del Vallès. El maestro «ha dedicado meses de ensayos con los jóvenes músicos para preparar esta actuación tan especial e inolvidable», detalla la presidenta de la fundación.

Además, el pasado martes también ofrecieron un recital en el Salón de los Palafreneros de la Embajada de España ante la Santa Sede, que presidió la embajadora, Isabel Celaá. Además del conocido himno de Queen interpretado ante el Pontífice, interpretaron temas tan conocidos como Waterloo, Hallelujah y Guantanamera.

Para Gasso se trata de una oportunidad única para «sensibilizar a la sociedad sobre la hipoacusia y su tratamiento, dejando una profunda huella de impacto social en el mundo entero». Así asegura que es una iniciativa que va más allá del simple «aspecto musical» ya que pretende «empoderar a estos jóvenes y ser una fuente de inspiración para otras familias». Los conciertos en Roma y en el Vaticano son, en este sentido, «una magnífica oportunidad para dar a conocer la existencia de los implantes cocleares como solución auditiva para personas con sordera profunda, permitiendo que niños y adultos puedan oír, gracias a esta tecnología».

La orquesta Graeme Clark está formada por Jordi Cos, director y presidente de la Orquestra Simfònica del Vallès; Arnau Pozas Saiz (saxo); Mireia Pozas Saiz (clarinete); Abril Vargas Serrano (flauta); Adam Hanus Roca (trompeta); Jade Yunli Campos Marqués (flauta); Miquel Bové Cristià (clarinete); Arnau Font Ribas (flauta travesera); Gael Morón García (piano); Martina Morón García (guitarra); Claudia Pintó Rafel (flauta travesera); Lucía Rodríguez Castelló (viola); y Carla Rodríguez Castelló (violonchelo).

Para estos dos conciertos en el Vaticano, la Orquesta Graeme Clark también ha contado con la participación excepcional de los músicos de la Orquestra Simfònica del Vallès Laura Casals Vilamú (violín), Joan Collell Domènech (contrabajo) y Francisco José Sánchez Bruno (batería).