Dos santos «en sintonía con la Evangelii gaudium» - Alfa y Omega

Dos santos «en sintonía con la Evangelii gaudium»

Ricardo Benjumea
Asistentes a la Misa de canonización de san José Vaz, en Colombo, capital de Sri Lanka

Fray Junípero Serra (1713-1784), el franciscano mallorquín que evangelizó la costa oeste norteamericana y es considerado uno de los padres de la patria de EE. UU., será canonizado por el Papa en septiembre, durante su viaje a este país. Lo anunció Francisco, a bordo del avión que le llevaba a Filipinas desde Sri Lanka, donde acababa de canonizar a san José Vaz. Ambos dan ese perfil de «grandes evangelizadores y evangelizadoras», explicó, «en sintonía con la espiritualidad y la teología de la Evangelii gaudium».

El Pontífice aludió a otros santos canonizados por él en los últimos meses por la vía equipolente, que desde hace siglos «se aplica cuando un hombre o una mujer es Beato, Beata, desde hace mucho tiempo, y tiene la veneración del pueblo de Dios, que de hecho lo venera como santo, y no se hace el Proceso» (en estos supuestos, no es requerido un segundo milagro atribuido a su intercesión). Esos otros nuevos santos en sintonía con la «Evangelii gaudium» son el jesuita canario José de Anchieta, evangelizador de Brasil; Francisco de Aval y María de la Encarnación, evangelizadores de Canadá, y san Pedro Fabro, «que fue un gran evangelizador de Europa».

Fray Junípero Serra

De san José Vaz (1651-1711), infatigable misionero que llegó a Sri Lanka procedente de Goa (India), canonizado el pasado miércoles en Colombo ante medio millón de personas, el Papa destacó su «caridad evangélica», que «llegó a todos», sin distinción de «raza, credo, tribu, condición social o religión». «Su ejemplo sigue siendo hoy una fuente de inspiración para la Iglesia en Sri Lanka», que realiza una importante obra social. Y «lo único que pide a cambio es libertad para llevar a cabo su misión. La libertad religiosa es un derecho humano fundamental», enfatizó el Papa.

San José Vaz, en un momento marcado para los católicos por la persecución religiosa y las divisiones internas, «sabía cómo presentar la belleza del Evangelio en un contexto multirreligioso, con respeto, dedicación, perseverancia y humildad», añadió el Papa, indicando otra de las claves para la evangelización en sociedades asiáticas, donde el cristianismo es minoritario.

La primera parte del viaje de Francisco, de hecho, estuvo muy marcada por el diálogo interreligioso, y los llamamientos a los líderes de otras confesiones no sólo a deslegitimar la violencia en nombre de la fe, sino también a promover activamente la reconciliación en Sri Lanka, que en 2009 puso fin a 25 años de guerra civil entre sus dos grandes comunidades étnicas, la cingalesa y la tamil.