Los dominicos crean un observatorio para velar por los derechos humanos de víctimas de trata e inmigrantes

Este sábado, 21 de enero, el Papa clausurará el año jubilar de la Orden de Predicadores –comenzado el 7 de noviembre de 2015–, celebrado con motivo de la publicación de las Bulas promulgadas por el Papa Honorio III hace ocho siglos, confirmando la fundación de la orden en 1216 y 1217.

Puesto que el Jubileo se ha entendido como un tiempo de recordar el pasado y mirar al presente, pero sobre todo, de proyectar el futuro, en España se ha creado un gesto jubilar de toda la familia dominicana: el Observatorio de Derechos Humanos Samba Martine, una respuesta desde el carisma de la Orden de Predicadores a dos temas de relevancia como son la trata de personas y la vulneración de los derechos humanos a los inmigrantes.

Samba Martine fue una mujer de la República Democrática del Congo que emigró a España en 2011. Falleció en el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Aluche, en Madrid. Este observatorio que lleva su nombre y se presentará en febrero, aportará la reflexión en torno a la trata y los inmigrantes, la sensibilización y la intervención.

En el centro, situado en pleno barrio de Antón Martín de Madrid, se ofrece un espacio para el encuentro donde hay apoyo psicológico, cursos de formación (como cocina o cuidados a personas mayores), y también un registro de denuncias contra los derechos humanos (abuso policial, vivienda, trabajo…).

Enviados a predicar el Evangelio

Con el lema Enviados a predicar el Evangelio, los 6.000 frailes dominicos, las 2.000 religiosas dominicas de clausura, las 20.000 monjas de vida activa y los 170.000 laicos –muchos de ellos, en Asia–, han recordado en todo el mundo el 800 aniversario de aquel momento en el que se cumplió el sueño del español Domingo de Guzmán. El santo, preocupado por los problemas del mundo y de la iglesia del momento, sintió la necesidad de fundar una orden cuyos miembros estuvieran centrados en la contemplación, el estudio y la compasión.

En España los frailes dominicos –alrededor de 500- están presentes en prácticamente todo el territorio nacional y su misión se distribuye en distintas actividades apostólicas, entre las que destacan la docencia en centros universitarios y colegios tanto civiles como eclesiásticos; el apostolado en medios de comunicación social e internet, jóvenes, centros propios y diocesanos de la familia o capellanías y atención espiritual y formativa a sacerdotes, religiosos, religiosas y agentes de pastoral. Además de en España, hay españoles en los vicariatos de Perú, Venezuela y América del Sur (Uruguay, Paraguay y ciudad de Buenos Aires), Cuba y República Dominicana, en la casa de Malabo (Guinea Ecuatorial) y en una casa en Roma.