El Papa declarará santo al fundador del Instituto Calasancio Hijas de la Divina Pastora
Francisco también autorizó el decreto de «martirio» por el que serán proclamados beatos Mateo Casals y 108 sacerdotes que fueron asesinados durante la Guerra Civil española. El Pontífice reconoció además las virtudes heroicas de la monja mallorquina Sebastiana Lladó y Salam (1814-1899) y del laico del Opus Dei Isidoro Zorzano
El Papa Francisco autorizó este jueves el decreto que reconoce un milagro al beato español Faustino Miguez, fundador del instituto calasancio Hijas de la Divina Pastora, y por el que será proclamado santo.
Asimismo, también autorizó el decreto de «martirio» por el que serán proclamados beatos Mateo Casals y 108 sacerdotes que pertenecían a la Congregación de Misioneros Hijos del Inmaculado corazón de la Beata Virgen María y que fueron asesinados durante la Guerra Civil española.
A ellos, el pontífice reconoció el «martirio» por «odio de la fe», por lo que se declara beatos sin necesidad de un milagro.
Francisco también firmó los decretos que reconocen las virtudes heroicas, primer paso en el proceso de beatificación, de la monja mallorquina Sebastiana Lladó y Salam (1814-1899) y del laico del Opus Dei Isidoro Zorzano Ledesma, nacido en Buenos Aires en 1902 y fallecido en Madrid en 1943.
El nuevo santo español nació en Xamirás, una aldea de Acebedo del Río, Celanova, en la provincia de Orense, el 24 de marzo de 1831 y falleció en Getafe (Madrid) el 8 de marzo de 1925 a los 94 años.
Durante su estancia en el colegio de los escolapios en Guanabacoa (Cuba) su afición por la naturaleza y las plantas le lleva a investigar sobre las mismas y sus efectos terapeúticos que experimenta en sí mismo, y que le valieron posteriormente, al ser trasladado a Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), ser encargado por el Ayuntamiento del análisis de las aguas de la población.
Sus éxitos en la curación mediante las plantas le llevaron a elaborar específicos, de los que 12 se hallan registrados en la Dirección General de Sanidad desde 1922, vendiéndose en numerosas farmacias, y llevándole a la creación del laboratorio Miguez de Getafe (Madrid).
En Sanlúcar de Barrameda toma conciencia de que mientras que los niños son atendidos en el colegio de los Padres Escolapios, algunas niñas sólo pueden recibir una mínima formación y pidió entonces permiso de sus superiores para crear el Instituto Calasancio Hijas de la Divina Pastora, el 2 de enero de 1855.
Fue beatificado en octubre de 1998 por Juan Pablo II en el Vaticano.
El milagro, un hecho extraordinario para la medicina, ocurrió en favor de Verónica Stobert, una madre chilena, apoderada y catequista del Colegio Divina Pastora, a quien los médicos no daban oportunidades de sobrevivir a un cuadro fatal de preclampsia y hemorragia en su cuarto embarazo.
Su esposo e hijas atribuyen el milagro a Faustino Míguez, según la conferencia episcopal de Chile.