Alicia Latorre: «Queremos dar a conocer toda la riqueza y coherencia del pensamiento provida»

Ya van 20 congresos organizados por Provida. ¿Cómo entroncan estos encuentros con la labor de defensa de la vida de la federación y de las asociaciones?
La Federación lleva funcionando desde 1981, y estos congresos responden a uno de sus objetivos, que es la extensión de la cultura de la vida. Es una manera de profundizar en una serie de temas y situaciones complicadas que nos encontramos en el día a día, y de arrojar luz sobre ellas, porque siempre tienen una respuesta positiva. Es lo que podemos hacer en este momento. Políticamente, está complicado un cambio de ley. Pero el cambio cultural está en nuestra manos.

¿Qué han supuesto estos 20 congresos en la historia de Provida?
Siempre han sido pequeños hitos, un momento de formación y de encuentro para personas que trabajan por la vida, y que normalmente están dispersas por toda la geografía nacional. Siempre suponen un impulso. Provida no es algo coyuntural, es una avanzadilla de ciudadanos concienciados, implicados y comprometidos en las líneas más modernas de investigación y en todo lo que suponga un avance social para construir juntos. Los congresos sirven para dar esperanza, para ver que se está trabajando por la vida, y que hay profesionales extraordinarios en todos los ámbitos. Además, como se da a conocer nuestra labor, a raíz de ellos siempre se incorpora a Provida gente nueva. También sirven para que muchas personas que pensaban que Provida es sólo algo ideológico cambien el chip, al ver que tratamos problemas humanos y sus soluciones. No hay que tener ningún tipo de complejos. Todo el pensamiento provida tiene coherencia y seriedad, y va de la mano de la ciencia más avanzada y de realidades sociales realmente buenas.

¿Hace falta levantarle un poco el ánimo al movimiento provida?
Es verdad que en algunas personas y en la sociedad puede haber algo de desánimo, de pensar que el esfuerzo de estos años para cambiar las leyes no ha servido para nada, o que el mal es demasiado grande. Somos personas y pasamos por nuestros momentos de soledad y desánimo, no somos superhéroes. Pero pensamos que no nos tenemos que desanimar. La fuerza del movimiento provida en España es la constancia, a pesar de los momentos duros. Como dice el título de la última charla del congreso, «El bien siempre deja huella». Necesitamos un empujón para levantarnos y seguir.

¿Realmente no ha servido para nada la movilización de estos años? ¿O sí ha habido frutos, aunque no se haya alcanzado el objetivo de un cambio legislativo importante?
Luchar por la vida siempre sirve para algo. La posibilidad de un cambio legislativo ha existido precisamente porque ha habido una movilización importante. Pero yo me iría más atrás en el tiempo, a antes de estos últimos años. Provida ya estaba trabajando incluso antes de que existiera la primera ley del aborto. Y el mal que hay ahora sería mucho mayor si no se hubiera hecho nada. Desde el esfuerzo de esas primeras personas, todo ha servido. Ha habido una presencia social que ha despertado muchas conciencias y que no se ha rendido ante el mal. Puede parecer (y es así) que la cultura de la muerte avanza no sólo en cifras, sino también en pérdida de conciencia social sobre el mal que supone. Pero sabemos que también hay ya muchas personas desencantadas con esta cultura. Al final, el bien siempre vence. Mi presentación para el congreso se titula La vida es una carrera de fondo; hay obstáculos y momentos más difíciles, pero con constancia siempre se llega a la meta.

¿Qué prioridades se han marcado en este congreso?
Siempre hemos trabajado mucho, pero con la sensación de que todo ese esfuerzo no se ha rentabilizado. Por eso, en esta ocasión hemos hecho un esfuerzo económico enorme para que esto pueda llegar a todo el mundo, porque viene gente extraordinaria. Por eso vamos a colgarlo en Youtube y a difundirlo por las redes sociales. Somos un poco quijotes, y nos hemos quedado con el agua al cuello para poder hacerlo así. Por eso, nos gustaría transmitir a la gente el mensaje de que pueden colaborar para ayudarnos a sacarlo adelante. Si queremos que el bien avance cada cual tiene que poner lo que podamos: asistir, hacer una aportación económica…

¿Con qué se quedaría del programa?
Todo es muy interesante, y todo se complementa. Hemos querido que sea una especie de sándwich: empezamos con La vida es una carrera de fondo y con el psiquiatra Enrique Rojas hablando sobre Cinco consejos para ser feliz; y terminamos con la ponencia El bien siempre deja huella. La charla de Rojas nos puede ayudar mucho a todos. También es importante conocer el testimonio de distintas asociaciones locales. Además, hemos tratado de aportar un plus a los temas que habitualmente se tratan en este ámbito: Giuseppe Noia, un ginecólogo italiano nos va a hablar de cómo se lleva un embarazo complicado y de medicina fetal; y la doctora Ana Martín de Ancel va a hablar de los cuidados paliativos perinatales para los niños que nacen con enfermedades incompatibles con la vida. También es muy interesante la conferencia del doctor Giuseppe Grande sobre el tratamiento de la infertilidad. No olvidemos que muchas vidas humanas se pierden al principio, en los tratamientos de reproducción asistida. Tener un hijo es un deseo muy noble, pero no a cualquier precio. También vamos a hablar de ecología, que no tiene por qué estar en contraposición con la defensa de la vida, aunque muchas veces el mundo animal esté más protegido que el ser humano.

Es una visión de conjunto muy completa.
Parece que ser provida es solo ir contra el aborto. Pero no es así, es valorar toda vida humana desde el momento en el que se engendra. Hay muchas cosas que la ciencia puede hacer al servicio del ser humano, y queremos dar a conocer toda la riqueza y coherencia del pensamiento provida. Hay que tratar de dar salida a todas las situaciones complicadas, lo que no significa que se puedan solucionar todos los problemas.