Así fue mi Primera Comunión - Alfa y Omega

Así fue mi Primera Comunión

María Martínez López
Diego

Regalos, para África

«Cuando se acercaba mi Comunión, le dije a mi madre que, si la gente le preguntaba qué quería de regalo, les pidiera dinero para ayudar a la gente que sufre el ébola en África. En Navidad, había ido con mis padres a un concierto que organizó Colaborama para ayudar, y desde entonces he estado dándole vueltas. A mi catequista le gustó mucho la idea, porque ella estuvo hace muy poco en África. En total, he conseguido 300 euros, y también me han hecho regalos. En Colaborama me dieron un diploma y estuvimos hablando sobre su trabajo».

Diego
Colegio Sagrada Familia (Madrid)

Primera Confesión

«Cuando hicimos la primera Confesión, en la parroquia nos pidieron que escribiéramos lo que habíamos sentido. Luego se leyó en la Misa de familias. Yo escribí: Mi primera Confesión empezó por la mañana, porque sólo pensaba en ello. Casi no presté atención en el colegio. Los últimos días intenté no pecar. Estaba muy nervioso, porque no sabía si lo iba a hacer bien. Pero un minuto después estaba muy feliz, me sentía lleno de fuerza. Ese día quedó grabado en mi corazón. La Primera Comunión es un gran paso para acercarse a Jesús».

Pablo
Parroquia de la Inmaculada (Valladolid)

Antes de comulgar, con el Santísimo

«Antes de hacer la Primera Comunión, todas las familias hicimos una convivencia. Hicimos una yincana de la vida de Jesús, jugamos, y luego nos fuimos a una iglesia pequeña y allí estuvimos rezando una hora con el Santísimo expuesto. Me gusta mucho rezar así, porque está Jesús y hablo con Él. Le digo que quería verlo y que le quiero mucho. Ha sido una buena ayuda para recibirlo bien luego».

«Cuando recibí a Jesús por primera vez hace unos días, le besé y le dije que estaba muy contenta y que quiero ser su mejor amiga».

Ricardo y Laura
Parroquia del Carmen (El Alquián, Almería)

Sin vestido

«En mi parroquia no hacemos la Primera Comunión con vestido, sino con una túnica blanca. Mi madre me ha explicado que es porque no quieren que nos fijemos en los vestidos, sino en que estamos haciendo la Comunión, y me parece bien. Lo importante no es el vestido, sino que por primera vez tomas el Cuerpo de Cristo. Comulgar fue muy bonito, porque sentí que Jesús estaba más cerca de mí y me seguía acompañando en mi vida».

Irene
Parroquia Santa Catalina de Alejandría (Madrid)