Un Foro de Niños en Madrid - Alfa y Omega

Un Foro de Niños en Madrid

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
Ilustración: Asun Silva

Va a comenzar en Madrid un Foro de Niños, una iniciativa del arzobispo de Madrid para que los chicos y chicas tengan un lugar de encuentro para conocer un poco más a Jesús. El primer encuentro de este tipo tuvo lugar hace unos días con los niños de Acción Católica, con la idea de abrirlo después a toda la diócesis. Fue en El Atazar, en la sierra de Madrid, y el mismo obispo, don Carlos Osoro, hizo de catequista. En el diálogo con los niños, hablaron del Buen Samaritano, para ver entre todos cómo cada uno puede ayudar a los demás.

Uno de los que hablaron fue Ramón, de 12 años, que hizo de representante de todos los niños. «Además de rezar y de jugar, hablamos sobre cómo ser amigos fuertes de Jesús», explica. «Como sucede en la parábola del Buen Samaritano, podemos pasar de largo si alguno de nuestros compañeros tiene un problema en clase o en el patio; pero llegamos a la conclusión de que lo mejor es mirar con los ojos de Cristo». Y cuando hay algún enfado, esta mirada nos lleva a «no juzgar por lo que hay fuera, sino pensar que al otro le ha pasado algo; eso lleva al perdón, y a pensar que a lo mejor nos estamos enfadando por cosas tontas, que a lo mejor no merece la pena discutir».

Para Ramón, ayudar a los demás también significa «invitar a algún amigo a que se venga un día a la parroquia. De mis amigos de clase, casi ninguno va a Misa; alguna vez les he hablado de Jesús, pero ellos dicen que tienen cosas que hacer». Aun así, «les invito a convivencias, a campamentos…». Pero, ¡ojo!, Ramón sabe bien que, sin Jesús, no podemos hacer nada; por eso, «rezo cada noche: el Padrenuestro, el Avemaría…; o leo un poco el Evangelio».

Junto a Ramón, don Carlos invita a los niños de Madrid a formar parte de este Foro de Niños que está a punto de comenzar. ¿El objetivo? «Hacer un espacio de escucha y comunión; darnos cuenta de que ser hijos de Dios es lo más grande; y estar dispuestos a dar la vida como Jesucristo, para ser amigos de todos, estén donde estén», dice don Carlos.