Los partidos políticos no se ponen de acuerdo sobre la clase de Religión
PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos ejemplifican sus diferencias sobre el futuro de la enseñanza religiosa escolar en las jornadas de la Asociación de Jóvenes Investigadores en Ciencias de las Religiones en la Universidad Complutense de Madrid
Las religiones y la educación fueron el tema central de unas jornadas organizadas por la Asociación de Jóvenes Investigadores en Ciencias de la Religión en colaboración con el Foro Tender Puentes, una relación abordada, eso sí, desde distintos aspectos. Desde el punto de vista académico, desde la legislación pasada y vigente, desde la política, la sociología o el sindicalismo.
Especialmente relevante fue la mesa de partidos políticos –Partido Popular, PSOE, Podemos y Ciudadanos–, cuyos representantes respondieron a la pregunta sobre la presencia de la religión en la educación y cómo. La conclusión: que el consenso en esta materia va a ser difícil, porque las posturas se dividen: los que no tienen ningún problema porque se mantenga la clase de Religión tal y como está en estos momentos y los que abogan porque vaya desapareciendo de las aulas.
Macarena Elvira Rubio, secretaria de Justicia, Función Pública y Nuevos Derechos del PSOE en Madrid, recalcó que los Acuerdos Iglesia-Estado limitan de alguna manera el poder de decisión del Gobierno sobre la clase de Religión y añade que «mientras no se cambien, habrá desigualdad». En este sentido aboga por la neutralidad del Estado, cuya misión debe ser educar en valores constitucionales y cívicos. Elvira Rubio defendió la postura del Gobierno de que la materia no sea evaluable ni forme parte del expediente del alumno.
Álvaro César Ballarín, viceconsejero de Cultura, Turismo y Deportes de la Comunidad de Madrid, del PP, comparte que la nota de Religión no cuente para la selectividad pues puede generar algún conflicto, pero defendió la presencia de la Religión en la escuela porque en la actualidad se encuentra en cada persona como «hecho de fe» como cultura, y como «constructora de la sociedad». En este sentido, defendió que la Religión, además de ser beneficiosa para el individuo, «proporciona capital social y elementos buenos para todos, no solo para quienes profesan una creencia».
La postura de José Manuel López Rodrigo, de Podemos, otrora director de la Fundación Pluralismo y Convivencia, es más rupturista con el sistema actual. Cree que el debate de Religión sí o no ya está superado. Del mismo modo que cree que la sociedad actual ha cambiado mucho con respecto a la de hace 40 años, cree que los enfoque que debe haber en la escuela deben ser distintos. En este sentido, cree que los temas centrales que hay que abordar en la escuela en temas de valores y ciudadanía son el de la sostenibilidad, una nueva revolución industrial y el feminismo. En este sentido, cree que las asignatura confesionales tienen que transitar hasta la desaparición, lo cual, en su opinión, no significa que se niegue o vaya a desaparecer el hecho religioso, «porque siempre estará presente». Sí es partidario que la teología y la religión entren con más fuerza en la universidad.
Finalmente, Juan Trinidad, de Ciudadanos, vicepresidente primero de la Asamblea de Madrid, dijo que la propuesta de su formación política pasa por una asignatura de Historia de las Religiones obligatoria para todos los alumnos e impartida por profesor funcionario, mientras que mantiene como optativa, y siempre que hay un número suficiente de alumnos, la enseñanza religiosa confesional.